La Ministra de Trabajo comunista, en su intento de sustituir al Coletas, cambia peinados por modelitos y no ve en todo ésto otro problema que el humanitario. Un ejemplo de lo que pasa cuando se colocan insolventes en el poder. Irresponsabilidad, como todas las demás, de Pedro Sánchez.
La Ministra de Exteriores cuyo misterioso nombramiento no desentrañaría ni el mismísimo Poirot, dice que la cosa nada tiene nada que ver con la atención médica dispensada al militar saharaui, negada por Alemania y Francia y, es evidente, no gestionada debidamente.
El Ministro de Interior que aún no ha reaccionado, anuncia la aprobación ayer mismo en el Consejo de Ministros de 30 millones de euros para Marruecos para que controle sus fronteras el mismo día que ellos la abren deliberadamente para que entren jóvenes y menores. Si estaba ya aprobada, como dicen, que se detenga la entrega de la cantidad.
La desagradable vicepresidenta Calvo, siempre desafiante, ha dicho de Ceuta y Melilla lo que nunca debe decir un político, y menos en cuestiones internacionales de soberanía, “una Obviedad”. Que Ceuta y Melilla son españolas.
Y los demás Ministros, porque no les hemos oído aún. Estaría bien preguntar a Irene Montero y Jone Belarra, qué piensan de todo ésto.
Todo esto viene de un Presidente que es insultado y rechazado allá donde va. No se ve que lo aplaudan, ni siquiera entre sus correligionarios, más que los palmeros que él mismo puso a dedo en el Congreso. Y la razón fundamental es la constatación de una evidencia. Pedro Sánchez no tiene representatividad ni legitimidad alguna.
España no lo ha elegido. Está ahí por un golpe de Estado con separatistas y terroristas. Y para más Inri, – ésto dedicado al Rufián que no sabe ni en la civilización y cultura en la que vive,- se trata de un presidente cuya incapacidad para la empatía es alarmante y cuya personalidad sólo suscita, hasta entre los suyos, general animadversión.
Por último, para troncharse de éste patéticamente Gobierno de Pancho Villa en el Carajal que han montado porque, como en lo demás, sólo tienen descaro y atrevimiento, pero no tienen ni idea de qué va esto, Podemos pide explicaciones al Gobierno del que forma parte.
Querido Rufián provocador:
Entre estas y otras anormalidades:
¡Dios nos coja confesaos!
