Se han pasado los meses y todavía siguen en ello, proclamando que Pedro Sánchez era de teflón y que ninguna de sus pifias, mentiras, errores y chapuzas le afectaba electoralmente.
Desde las cadenas de televisión, generosamente regadas con millonarios contratos de publicidad y usando sin rubor a los tertulianos de la ‘Brunete Pedrete‘ se han hartado de repetir que la ciudadanía española apoyaba al líder del PSOE, indiferente a sus pactos con los proetarras de Bildu, los golpistas catalanes y los zarrapastrosos de Pablo Iglesias y afines.
Y resulta que esa España ‘virtual’, de gentes dóciles, mansas, ovinas, sometidas y miopes, dispuestas a tragarse los acercamientos de asesinos terroristas al Pais Vasco, las claudicaciones ante los nacionalistas catalanes, la ocupación de decenas de miles de muertos por coronavirus, los sueldos a cientos de asesores monclovitas, la concesión de carteras ministeriales a las cónyuges o amantes de los privilegiados del socialcomunismo, los chalets de lujo, los enchufes y puertas giratorias, no existe.
Al menos a 23 de mayo de 2023, fecha en que el diario ABC ha publicado un sondeo de GAD3, que hace trizas el cuento de la propaganda sanchista, pagada con el dinero de nuestros impuestos.
La encuesta, hecha por Narciso Michavila, asegura que si hoy se celebrasen elecciones generales en España, PP y VOX tendrían mayoría absoluta más que suficiente en el Congreso y que Sánchez saldría escopetado de La Moncloa.
Entre los dos partidos del centro derecha sumarían 180 diputados.
Como subraya Julián Quirós, director de ABC, no hay elecciones generales a la vista y por tanto cualquier encuesta tiene siempre un valor relativo.
Sin embargo, la tendenciaa que marcan las encuestas es relevante, porque invierte la dinámica en que se habían instalado la izquierda, los nacionalistas y los independentistas.
Impulsado por el triunfo arrollador de Isabel Díaz Ayuso en los comicios madrileños, el PP se convertiría hoy en el partido más votado con diferencia.
Alcanzaría el 30,5 por ciento de los sufragios, lograría 138 escaños frente a sus 89 actuales, y superaría en más de cinco puntos al PSOE.
El marrullero Sánchez quedaría con 103 escaños y perdería 17 de sus 120 actuales.
Y a su vez, VOX se confirmaría como la tercera fuerza en España, aunque el sondeo de GAD 3 pronostica que bajaria de 52 diputados a 40.
La conclusión es que se está produciendo poco a poco un giro ideológico en nuestro país, y que aumenta exponencialmente el desgaste acumulado por Pedro Sánchez con su sectarismo guerracivilista, su nefasta gestión de la pandemia, y su incapacidad para liderar la recuperación económica.
El análisis de estos datos tan favorables para el PP se basa en dos factores: la capacidad de regenerar ilusión en el electorado del centro-derecha con un proyecto reconocible como alternativa, y la desaparición fáctica de Ciudadanos, partido que pasaría de sus actuales diez escaños a solo dos.
La formación de Inés Arrimadas llegó a tener más de cuatro millones de votantes que huyeron del PP en su peor etapa de corrupción y de abdicación de algunos principios propios de la derecha democrática.
Ni uno solo de esos votos revierte en el PSOE, y muy pocos en VOX, a diferencia de lo ocurrido en los comicios autonómicos catalanes.
Que haya dos partidos en la derecha, y no tres que se anulen entre sí por la proporcionalidad de la ley D’Hondt, dificulta mucho más a Sánchez pugnar en mejores condiciones, por mucho que Tezanos manipule los estudios del CIS para dar la sensación contraria.
Sus apelaciones a Franco, los planes de convertir el Valle de los Caídos en un parque temático, el lanzamiento de su mujer, Begoña Gómez a soltar pavadas sobre empresa, restauración o dieta, tratando de crear una cutre versión española de Michelle Obama, los apocalípticos llamadas contra un fascismo que no existe, han dejado de ser creíbles para su propio y obediente electorado.
Todo en paralelo a un deterioro de Podemos, que pasaría de 35 escaños a 17, volviendo a dejar a los comunistas amigos de dictadores chavistas y homófobos iraníes en las cifras que les corresponden.
Aunque haya seis millones de parados, se gasten nuestro dinero en tonterías y vayan a subirnos los impuestos a los bestia, es buena notica para los españoles que Pedro Sánchez vaya de culo, cuesta abajo y sin frenos.
A ver si hay suerte y tenemos pronto elecciones, para poner fin de una vez a la pesadilla del sanchismo.
