Eso es lo que pedimos la mayor parte de los ciudadanos, a los que para desgracia nuestra, tienen en sus manos las riendas del poder, que por cierto demuestran no tener ni idea de cómo se manejan, pues dan continuos bandazos de un lado a otro. Hablamos del poder y decimos bien, pues es lo único que les interesa, como evidencian continuamente.
Para ser más exactos no pedimos respeto, sino que lo exigimos. Basta de tratarnos como a tontos descerebrados que tragan con todo. Ya está bien de dorarnos la píldora, de cuentos de Jaimito, de repetirnos machaconamente que ellos son los buenos y los demás los malos. De victimizarse diciéndonos que somos su gran preocupación, cuando la única que tienen es perpetuarse en sus sillones, vivir lo mejor posible, colocar a sus colegas y repartir el dinero público, que es de todos (aunque alguna ministra opine que no es de nadie), entre sus afines.
Nos empiezan a decir, en especial un ministro catalán, que es necesaria una reforma federal de la Constitución. Nuestro país, ya es en la práctica, casi una nación federal. ¿Qué pretenden realmente con ello? Sabemos lo que buscan, pero de su pretensión nos salva que esa modificación tendría que ser aprobada en un referéndum nacional, cuyo resultado sería negativo.
El “gobierno fracaso” sigue dándole vueltas al indulto o amnistía para los golpistas catalanes. Ahora insinúa una cosa, después otra, etc. Todo ello no es más que echar cables, para ver cómo responde el personal, y así intuir como tendrán menos problemas. Pongamos las cosas claras. Es demencial tan solo en que piensen, y más que estén trabajando en ello, en qué medida será mejor utilizar. Parece que no se han enterado de que más de uno de los condenados ha manifestado públicamente que volverá a intentar su hazaña en cuanto pueda. Les refrescaremos la memoria recordándoles que las fuerzas de seguridad han encontrado un documento de los separatistas catalanes, que es un plan detallado para forzar el indulto de sus compinches condenados y posteriormente llegar a romper con el Estado mediante una declaración unilateral de independencia.
Arrepentirse ninguno lo ha hecho, y como sospechábamos, en cuanto puedan volverán a las andadas. No nos extrañe. Si repasamos la historia nos encontramos con una situación similar durante la última república, en cuanto los golpistas fueron indultados volvieron a la carga hasta que lograron su propósito.
Para disimular el grave problema al que se enfrentan, echan la culpa de la tensión a otros. Así una ministra nos advierte de que “la derecha española está radicalizada y mira contra Cataluña”. No señora, eso no es cierto y usted lo sabe muy bien. Quienes están en contra de una hipotética república catalana somos la inmensa mayoría de los españoles, y no creemos que el motivo sea que estemos radicalizados.
Deberían ir tomando nota. Según parece el Tribunal Constitucional va a declarar inconstitucional el estado de alarma. Por otra parte, en un informe de la sala de lo penal del Tribunal Supremo, los jueces se oponen firmemente a cualquier clase de indulto a los doce delincuentes separatistas. Como”no hay dos sin tres”, el pleno del CGPJ aprobó un informe muy crítico sobre la Ley de Memoria Democrática, preparada por una vicepresidenta, pues señala que se trata de una norma antidemocrática que vulnera la libertad de ideología, de expresión y de reunión, libertades básicas en toda democracia.
¿Qué nos tiene que decir el “gobierno del cuento” a todo lo expuesto? Son capaces de alegar, como la ministra, que todo es consecuencia de que la gente está radicalizada. Si es así ¡qué buena suerte tienen!, ellos son los únicos equilibrados.
Si quieren que les respetemos, téngannos respeto.