Después de cinco días de infernal y mortal fuego, Sierra Bermeja, en la provincia de Málaga, continúa ardiendo. Se ha decretado el desalojo de seis pueblos enteros como prevención: Genalguacil, Jubrique, Faraján, Pujerra, Júzcar y Alpandeire.
El desastre de Sierra Bermeja, en la provincia de Málaga, donde se originó un incendio de grandes magnitudes en la noche del pasado miércoles – sobre las 21 horas- se puede convertir en la nueva Torre de Babel entre políticos de una y otra idea, mientras miles de personas se juegan la vida Está claro, los políticos en la mayoría de las ocasiones no son la solución, son el problema. Ya existen distanciamientos y discordancias políticas decisivas frente a la catástrofe que provoca el fuego y destruye el patrimonio de los ciudadanos.
Lo más lamentable e irreparable, el fallecimiento del bombero forestal almeriense Carlos Martínez de 44 años en acto de servicio. Además, el riesgo prosigue con máximo peligro y muestra virulenta al resto de dotaciones a pie, motorizados, hidroaviones, helicópteros y personal técnico cercano, así cómo a miles de ciudadanos asentados en la zona. Las llamas avanzan a través de una ‘lengua’ de más de 44 kilómetros, que ya ha calcinado casi ocho mil hectáreas, y sigue su curso devastador amenazando casas, urbanizaciones y poblaciones enteras, durante ya cinco días de fuego infernal.
Se ha decretado en la mañana de este pasado domingo el desalojo de pueblos enteros, como Genalguacil yJubrique, mientras por la tarde se procedió a deshabitar también los pueblos de Faraján, Pujerra, Júzcar y Alpandeire, en prevención ante los derroteros que pueda tomar el incendio. El pánico crece, las lágrimas afloran y la tristeza no tiene consuelo en esta Comarca.
Las sinceras y emocionadas manifestaciones frente a los micrófonos de los periodistas a cargo del alcalde de Genalguacil, Miguel Ángel Herrera, respecto a la organizacion para atajar el fuego han puesto el dedo en la llaga, una vez más: ‘esto se ha convertido en una historia política, más que un sistema técnico’, aseveró. Y es que los políticos no son la solución, sino protagonistas de ideas y decisiones contradictorias que enredan el trabajo de los verdaderamente técnicos y profesionales.
Cuesta creerlo, pero sin ponerlo en dudas, los intereses políticos pueden interferir en un suceso de estas dimensiones. En este sentido, las declarsciones del alcalde indignado dejan ver la confrontación entre siglas y partidos que gobiernan las distintas instituciones, desde la Junta de Andalucía a los cuatro representantes de las poblaciones más afectadas por el incendio, además de otras instituciones políticas-públicas.
Por una parte, el propio interlocutor, Miguel Ángel Herrera gobierna en Genalguacil bajo las siglas del PSOE, las mismas que representa el alcalde de Jubrique, Alberto Jesús Benítez, y la alcaldesa de Benaoján Soraya García. Sin embargo, el color político de Estepona es del PP, José Maria García Urbano, igual al gobierno autonómico andaluz y la ciudad de Málaga, además de Diputación Provincial. Es por lo que el citado primer edil indignado estalla con insinuaciones directas a la falta de atención y dejadez a su término municipal, donde se ha quemado un paraje de mucha importancia, viviendas y fincas enteras; ‘hemos querido ser un parque natural y se nos ha denegado, y mira lo que ha pasado’. Ahora todo el pueblo desalojado, al igual que toda la población de Jubrique.
Parece ser que este bipartidismo crea discordia y poco entendimiento en los criterios a seguir para terminar con la pesadilla de las llamas que continúan devorando uno de los entornos naturales más importantes y bellos de Andalucía. ‘Estamos enfrentados políticamente, hay mucha indignación’, dice el representante de Genalguacil, a la vez que deja claro que: ‘es super doloroso enfrentarse solo. No voy a permitir que mi pueblo vuelva a quemarse otra vez’, recordando un similar siniestro anterior.
Además ha denunciado públicamente los intereses de algunos homólogos politicos; ‘no voy a permitir que jueguen con el futuro de mi pueblo, ya que están jugando mucho con el futuro de los pueblos’. Son declaraciones después de las reuniones organizativas que los representantes públicos celebran junto a técnicos de contraincendios para tratar de estabilizar, controlar y sofocar las llamas.
Todo indica que este incendio, con dos focos estratégicos, ha sido provocado por algún depravado. Un piromaníaco que enciendió la llama queriendo, pero que los políticos, en vez de unir fuerzas, prenden aún más la mecha, distorsionan la tragedia y aportan indignación a los aguerridos y bravos equipos de extinción del INFOCA, con la participación de las fuerzas de Seguridad del Estado, Guardia Civil y Policías Locales, que cuando unos andan hacia detrás, ellos lo hacen corriendo hacia delante.
Por su parte, La Administración Pública, y es responsabilidad de los políticos, deben preceder a prevenir estos siniestros y tragedias en época de otoño e invierno. Una labor centrada en desbrozar, limpiar, cortar bosques y malezas inservibles, construir caminos corta incendios, y mantener estos parajes fuera del riesgo de las llamas. Asimismo los cauces de los ríos y arroyos limpios, por qué ahora son los incendios, pero pronto pueden llegar las lamentaciones por daños de anegaciones fluviales.
Nuestra seguridad depende de ustedes; los políticos. Sirva como recordatorio para aquellas personas que manifiestan con falso orgullo que; ‘Yo no quiero saber nada de política’. Cómo dijo la ministra vapuleada por Pedro Sánchez, haciendo alusión a lo ‘importante’ de aquella manifestación feminista, Carmen Calvo diría; ‘Con los políticos nos va la vida, dependemos de ellos. No les des la espalda’.
Anián Berto
Periodista – escritor