OPINIÓN

Rafael López Charques: «La Ignominiosa»

Rafael López Charques: "La Ignominiosa"

Hace algo más de siglo y medio aconteció en nuestro país un hecho que creemos condicionó, en mayor o menor grado, el discurrir del mismo hasta la dolorosa guerra del siglo pasado.

Nos referimos a esa revolución que ha pasado a la historia como “La Gloriosa”. El objetivo de la misma fue, en cierto modo, democratizar y hacer avanzar a nuestro país por la senda del progreso. Sin embrago lo que obtuvimos fue precariedad, sangre (cuatro presidentes de gobierno asesinados), compadreo político (Pacto de Alternancia o del Pardo), enfrentamientos sociales (cada vez en mayor medida), etc. Quizás la recordó Lampedusa cuando dijo aquello de “que todo cambie para que todo siga igual”

Nuestro actual no gobierno parece que no ha oído el dicho de que hay que aprender de los errores del pasado. Tenemos la impresión de que al igual que los impulsores del ”La Gloriosa”, quiere convertir nuestra nación en algo totalmente diferente a lo que es, hacer cierto lo que dijo un importante socialista hace años “a España no la va a conocer ni la madre que la parió”

Fiel a su estilo, lo está haciendo de una manera silenciosa, taimada, mintiendo. Va poco a poco, hoy esto, mañana aquello, pasado lo de más allá. Llamando a las cosas por su nombre está haciendo una revolución, pero a diferencia de la citada anteriormente, esta pasará a la historia como “La Ignominiosa”

Algunas actuaciones diferencian a las dos revoluciones, pero son detalles de forma, no de fondo. No se ha acordado un pacto de alternancia, pero bien es cierto que hasta la fecha lo ha habido de hecho. El partido al que le toca estar en la oposición no busca el poder para arreglar cosas, sino para aprovecharse de todo lo que el mismo les proporcionará, que en nuestro país es bastante. De lo contrario sería difícil de entender las distintas actuaciones ante un mismo problema, dependiendo de la comunidad en que actúan. Así es.

Lo primero que han hecho es un compadreo vergonzoso de prebendas, de sinecuras, de las que van aumentando su disfrute, mientras la mayor parte de los españoles tienen cada día más problemas para llegar a final de mes.

Por otra parte progresivamente nos inundan con unos logros a alcanzar, que a la mayoría de la población les asombran por disparatados. No es que no tengan conciencia de los posibles problemas futuros, sino que no ven claras las cosas. Cada vez es más evidente que las geniales ideas que el desgobierno adopta y trata de implantar en la vida cotidiana, solo responden a los intereses particulares de determinadas fuerzas que aunque sobre el papel opuestas, se unen para lo que les interesa. Ya sabemos que “polos opuestos se atraen”

Sin embrago nos presentan sus ideas, muchas ridículas, como metas a conseguir para lograr un mundo mejor, aunque para ello tengan que destruir lo que hasta ahora era la base de la sociedad.

Nuestras autoridadas (haciéndoles caso utilizamos la nueva palabra de moda), se inmiscuyen, cada vez más, en todos los aspectos de nuestras vidas, hasta en los considerados hasta hace muy poco como personales y privados. Claro está que su objetivo es ponernos a la cabeza de ese nuevo mundo maravilloso que nos prometen, aunque nosotros, siguiendo con nuestra desconfianza, afirmamos que lo que en verdad pretender es aniquilar nuestra personalidad para así convertirnos en una masa manejable al servicio de los intereses de los grupos que manejan el mundo.

La pregunta es de cajón, ¿qué ganan nuestras “autoridadas”?
No lo duden, estamos ante una verdadera revolución, pero esta “Ignominiosa”, cuyas consecuencias pagarán nuestros descendientes.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído