OPINIÓN

Rafael López Charques: «El circo España»

Rafael López Charques: "El circo España"

En nuestro país hace tiempo que ha aparecido, y se está consolidando, un nuevo espectáculo circense, que tiene como espectadores a todos sus habitantes. Mayor éxito no podría tener. Su nombre es España. Sí, como lo leen. Como buen circo tiene de todo de lo que se puede esperar, payasos, equilibristas, etc.

No se crean que desvariamos; si observan los acontecimientos cotidianos, nos darán la razón.

Solo tenemos que estar atentos a las noticias que nos brindan los medios de comunicación, para tenernos que preguntar ¿dónde estamos?, ¿en un país serio o disfrutando de las atracciones que nos ofrece una feria?

Lo más preocupante es que la población aguanta con todo lo que le echen. Se ha convertido en una espectadora pasiva de los hechos, que como mucho en ocasiones protesta silbando, pero de ahí no pasa; suponemos que quieren que la consideren buena, para así ganarse el cielo.

Los mismos que critican las leyes franquistas se apoyan en ellas cuando les conviene, como por ejemplo para negar los datos pedidos por el Portal de Transparencia (que dados los hechos debería llamarse de Opacidad) en relación a la delegación que acompañó a “cum fraude” en su reciente viaje a USA.

Como los espectadores tragan, el citado se ha ido en el avión oficial (que pagamos todos) a un acto de su partido. Para disimular ha visitado antes un centro empresarial. Lo curioso es que esta visita ha durado menos de una hora y el día de los hechos era domingo. ¡Lectores! Tengan sentido del humor y ríanse de este gag, no se tomen a pecho lo que es una inocente tomadura de pelo.

Para posicionarnos en Europa y en el mundo, como dicen, hemos empezado dando un espectáculo grotesco. Nos referimos al caso del pasajero que falsamente se sintió repentinamente enfermo en un avión y lo forzó a un aterrizaje de emergencia, lo que aprovecharon dos decenas de compinches que iban con él, para escapar por el aeropuerto. No nos extraña que lo hayan hecho, con lo que nos han dejado en ridículo, saben muy bien que aunque los cojan seguramente no pisarán la cárcel. Hay que entender que son seres humanos, como dijo cierta persona en relación al individuo, delincuente reincidente, que cumpliendo tan solo dos tercios de su condena sueltan, y a la semana asesina a un niño.

Como el desgobierno tiene “ideas de cabo interino” (vaya todo nuestro respeto a los mimos), no se le ha ocurrido nada más urgente (y más teniendo en cuenta cómo va el país), que crear una red de embajadoras feministas. Ya ha nombrado a la primera en “misión especial para la política exterior feminista”. Esperamos que pronto creen una red de embajadores machistas, de lo contrario los hombres nos sentiremos discriminados.

Lo penoso del caso es que en el fondo supone una discriminación hacia la mujer, pues las verdaderas feministas no quieren que les regalen nada, sino tener las mismas posibilidades que los hombres.

Como buenos circenses quieren el “más difícil todavía” por lo que un ministerio ha presentado un libro de cocina con cuarenta recetas cuyo objetivo es indicarnos como reducir el peso y la desigualdad. Cuando alguien entienda como así van a conseguir el segundo objetivo, que por favor nos lo explique.

Tenemos una nueva Ley de Seguridad, que sustituye a la llamada Ley Mordaza. Según parece los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado ya se han posicionado abiertamente contra la misma, por considerar que permitirá que cada uno haga lo que quiera, al tiempo que sus posibilidades de cumplir con su trabajo se verán limitadas. Tendrán que aguantar, el desgobierno solo oye los raros aplausos, no las continuas pataletas, porque estas son cosas de gamberros.

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