Aunque el verdadero origen de esta famosa frase se le atribuye al poeta norteamericano William Ross Wallace (1865). Aunque la usó en un poema titulado “Lo que gobierna el mundo” en el que elogia la labor insustituible de la mujer como madre y la repite al final de cada tres estrofas, sin embargo fue popularizada y pasó a ser de uso común a raíz de la película estadounidense de 1992, dirigida por Curtis Hanson y magistralmente interpretada por Rebecca de Morney. Con la expresión “la mano que mece la cuna” se preconiza el concepto de un poder escondido y perverso, lo suficientemente poderoso para alterar el devenir de muchos o de todos.
Una vez más la realidad supera a la ficción. En esta ocasión, la mano que mece la cuna, no es la de la psicópata Clayre Bartel –una de las más despiadadas villanas del cine de los 90, encarnada por una estupenda Rebecca de Morney—sino que se trata, como no podía ser de otra manera, de la mano del megalómano y narcisista Pedro Sánchez. Él es el gran manipulador que torticeramente mueve los hilos del oscuro mundo político de la dividida España.
Sabemos que es un gran maestro en el arte del escaqueo político, así como un experto instigador –en la sombra– de todo tipo de artimañas y falsedades con tal de aniquilar inmisericordemente a sus enemigos políticos.
En el ardid maquinado contra la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y tejiendo siempre desde la sombra, –como muy bien le enseñó su ex “guruman”, el maquiavélico Iván Redondo—las bases de esa infundada acusación “oficiosa” y que con motivo del presunto favoritismo a su hermano, en el “affaire” de la compra de mascarillas, ha conseguido que la Fiscalía Anti- corrupción le abra diligencias aclaratorias como “investigada” y que el resto de las izquierdas se hayan lanzado a su yugular para desangrarla. Su rencor no puede olvidar que Ayuso ya le venció una vez en las elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid y pretende, a toda costa, resarcirse de esa derrota. Si ahora, en vez de vencer a un enemigo, se libra de dos y, de paso, divide y destroza al primer partido de la oposición, pues mejor que mejor y… ¡Ancha es Castilla! Esta es su venganza.
Con su mano izquierda –nunca mejor dicho—ha mecido tan fuertemente la cuna de la política madrileña que, de momento, ya ha conseguido –de rebote y por el efecto dominó–, la cuna de la política nacional del PP se descuajaringue. Intenta, así, poder matar tres pájaros de un solo tiro para asegurarse, nuevamente, su poltrona en la Moncloa, sus viajes en Falcon y sus veranos en los palacetes de la Mareta y las Marismillas, sin apenas importarle que España—destrozada y dividida– cada día vaya siendo una nación menos grande, menos libre y menos unida. A Sánchez y a sus socios les encanta ver la “paja en el ojo ajeno” (PP) mientras se esfuerzan por no ver la “viga en su propio ojo” (PSOE-UP y Mas Madrid). Para ello no dudan en denunciar ante la Fiscalía con pelos y señales en todos los medios públicos y en los privados—previamente comprados—que Isabel Díaz Ayuso ha beneficiado ilegalmente a su hermano, Tomás Díaz, por la comisión recibida de la adjudicación de un contrato de 1,5 millones de euros de la Comunidad de Madrid por la compra de mascarillas FFP2 y FFP3 en los meses más duros de la pandemia del Covid-19.
De sobra sabe el sanedrín –de todos sus acusadores– que la factura a Priviet Sportive SL no es una comisión por obtener el contrato de la Administración, sino el cobro de las gestiones realizadas para conseguir el material en China y su traslado a Madrid. También es conocedor que el contrato se ajustaba a los principios legales básicos de la contratación pública: oportunidad, necesidad, transparencia y legalidad. Pero claro –ya en 1625 el gran filósofo y escritor inglés– Francis Bacon, en su obra “De la dignidad y el crecimiento de la ciencia” nos recordaba: “Calumniad con audacia pues siempre queda algo”. Lo más triste de todo esto es que se lo han servido en bandeja como a Herodes Antipas la cabeza de Juan “el Bautista”. Las enseñanzas recibidas por y de su ex asesor le han venido muy bien. A Sánchez podemos tacharle de traidor, mentiroso, maquinador, cicatero, prepotente, narcisista, ególatra, ambicioso –atributos que le corresponden como portador privilegiado del “Sindrome de Hubris”—y de todo lo que queramos, menos de tonto. En su psicopática naturaleza cohabitan la mentira, la traición, la codicia, la intriga y el ansia de poder. Cualidades que no duda en aflorar y aplicarlas si ve amenazado su omnímodo y absolutista poder.
En estos días solamente se va a hablar –a todas horas y en todos los medios televisivos y en los periódicos escritos y digitales afines al Gobierno– del “Ayusogate” y de la ruptura, el colapso interno y de la guerra sucia y cainita del PP, a quien acusan impunemente de “corrupto”, “mafioso”, “esquilmador de los servicios públicos” y de repartir contratos “entre amigos, conocidos y dirigentes del partido”. Hoy, en este artículo, quiero exhortar – y no conminar como ellos harían– a todos esos fariseos, serviles y demagogos que abarrotan la filas de la extrema izquierda –que en vez de vestirse de saco, cubrirse la cabeza con ceniza y caminar descalzos sobre carbones encendidos mientras se flagelan la espalda– que recuerden, no olviden y denuncien, en todos los medios de comunicación, y con la misma vehemencia que lo han hecho ante la Fiscalía Anticorrupción:
(…) A la adalid de la izquierda puritana, madrina de los okupas y regidora del Ayuntamiento de Barcelona, Dª Ada Colau Ballano, imputada por corrupción, prevaricación, fraude en la contratación, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias y negociaciones prohibidas a funcionarios públicos, como son las subvenciones a entidades afines. La cita en el juzgado de instrucción nº 21 de Barcelona con el juez, Ignacio Sánchez García- Porrero, la tiene el próximo día 4 de marzo…
A Juan Carlos Martínez, actual pareja de la directora general de la Guardia Civil, María Gámez Gámez, que está siendo investigado por corrupción por “lucrarse” con empresas financiadas por la Junta de Andalucía, en la época de Gaspar Zarrías…
A la presidenta socialista de baleares, Francina Armengol, que ha sido citada por el parlamento Europeo para que dé explicaciones sobre los abusos sexuales a menores tuteladas y destapados en el 2020en Mallorca. También han sido citadas a comparecer la consejera de Asuntos Sociales, Fina Santiago (de Més per Mallorca) y la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera…
Al exministro José Luís Ábalos, hijo del torero “Carbonerito”, que adjudicó un contrato millonario por importe total de más de 50 millones de euros, en varias ocasiones, por la compra de mascarillas FFP2 a la empresa “Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas S.L.”, proveedor y socio en Angola de una sociedad procesada por corrupción y que se trata de una compañía “en números rojos” y sin publicitar ninguna actividad desde el 2017. Además de conseguir esos contratos millonarios de la Administración, con solo cinco trabajadores y pérdidas de 1,1 millón de euros, se convirtió por “arte de birlibirloque” en socio de Ferrovial…
Al marido de la vicepresidenta Nadia Calviño, el economista Ignacio Martínez de Lara, que gestiona a través de la empresa “Beedigital” el cobro de un paquete de fondos europeos que su mujer es la responsable de repartirlos desde el Ejecutivo…
A la Dirección del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) dependiente del Ministerio de Sanidad que adjudicó en abril de 2020 a la empresa malagueña Value&Bro S.L. un contrato de 4,2 millones de euros para la adquisición de reactivos y de 700.000 hisopos para la toma de muestras de las pruebas del Covid-19. Y lo curioso del caso es que se trata de una empresa sin empleados y que se dedica al asesoramiento laboral, legal y tributario con pérdidas…
Al gobierno de Sánchez que compró durante la pandemia distinto material por 263 millones de euros a una empresa catalana condenada por estafa…y mientras el ministro de Sanidad Illa adjudica 30,3 millones de euros “a dedo” a tres empresas de Barcelona para vacunas contra la gripe…
A Ximo Puig, que está siendo investigado por las subvenciones de 772.000 euros a las empresas de comunicación de sus hermanos Francis Puig, usadas como “pantalla” para contratar a su propio hijo…(…)
Podría seguir enumerando contratos, contratos y más contratos, adjudicaciones, adjudicaciones y más adjudicaciones que no aguantarían la más mínima revisión y el más simple control administrativo y que han pasado sin pena ni gloria por los medios de comunicación. Todo esto carece de importancia para el Gobierno, para los medios y para el resto de partidos carroñeros que no dudan en lanzarse sobre la presidenta Isabel Díaz Ayuso y su familia, porque “una cosa es predicar y otra muy distinta es dar trigo. ¿Por qué la vocera de “Mas Madrid” de la Comunidad de Madrid, la doctora Mónica García, no ha aprovechado su viaje a la Fiscalía Anticorrupción para ampliar la denuncia contra Ayuso y al mismo tiempo no ha denunciado al exministro Illa, al Gobierno, a la regidora Ada Colau, al INGESA, al marido de la vicepresidenta Calviño, al ex ministro Ábalos, a la presidenta del Gobierno Balear, a la pareja de la directora general de la Guardia Civil, a la familia de Ximo Puig y hasta el “sursuncorda?
Si la Fiscalía toma cartas en el asunto y solo abre diligencias contra Ayuso, obviando el resto de chanchullos y corruptelas, quedará de manifiesto que esta operación está dirigida por “la mano izquierda que mece la cuna” en el Gobierno de España. ¿A caso no somos todos iguales ante la ley para lo bueno y lo supuestamente malo? Con tanto lio se me he omitido comentar que la Justicia en la España de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado García, lleva la venda tapándole solo “el ojo izquierdo” y, ya saben lo que esto significa y quiere decir: que solo puede ver por el ojo derecho. Quizás ya hemos olvidado la famosa frase de Pedro Sánchez en aquella inmemorable entrevista en Radio Nacional: “¿La Fiscalía de quién depende, del Gobierno…? Pues ya está. Estos son sus principios y, si no nos gustan, tiene otros.
Me temo, y me alegraría muchísimo, que otra vez “David” volviera a vencer a “Goliat”, pese a la corte filistea de sus mamelucos y compinches que le sustentan en el Gobierno para que siga impunemente “meciendo la cuna política” de España, esa cuna que tantos beneficios personales y familiares le está proporcionando. Estoy seguro, “que más pronto que tarde” –frase que les encanta usar a todos lo políticos con independencia de su ideología y filiación— será la mano de Isabel Díaz Ayuso la que meza la cuna de la política española.
Pedro Manu el Hernández López, médico jubilado, periodista y ex senador por Murcia.