El PSOE ha dado este lunes una nueva lección de lo que es para este partido la democracia. La indicada para ello la perconocida Adriana Lastra, sus palabras, calificar de día pésimo para España el pacto alcanzado en Castilla y León por el Partido Popular y Vox para conformar un gobierno de coalición encabezado por Alfonso Fernández Mañueco. Y es que para el Partido Socialista hay que imponer un cordón sanitario a los que no duda en calificar como extrema derecha comparándolo con las elecciones francesas y la candidata Marine Le Pen.
Es cuanto menos curioso que los que se jactan de sentarse en una mesa de negociación con los proetarras de Bildu, con la extrema izquierda de Podemos o con los independentistas de Esquerra traten de dar lecciones de democracia al Partido Popular.
Se niegan a admitir los indignes pactos alcanzados para aupar a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno y en un alarde de defensores acérrimos de la democracia se sienten en el derecho de cuestionar si los gobiernos son legítimos o no. Tengamos clara una cosa, la democracia para el Partido Sanchista es siempre y cuando ellos ganan y gobiernan, todo lo contrario es un ataque a los cimientos democráticos de España.
No obstante, su mala gestión al frente de los distintos gobiernos siempre responde a factores externos como la maléfica guerra de Putin que ha provocado la inflación y los precios de la gasolina, la energía y la huelga de los transportistas. Estos últimos por ciertos pertenecientes sin duda alguna a la ultraderecha.
Distintos cargos del PSOE disparaban odio en sus tweets afirmando que en el día de ayer se había producido un retroceso y que el PP se arrepentiría del acuerdo alcanzado y del gobierno formado. Sin duda alguna, la vuelta a épocas anteriores ya se ha dado con el infame decreto de educación por el cual se crea alumnos que desconocerán lo que es el pensamiento crítico y la historia para en su lugar tratar temas como el ecofeminismo o las matemáticas con identidad de género. Un adoctrinamiento en toda regla.
Y es que la situación ya es insostenible, pretenden ganarse el voto por medio del miedo y del terror a la derecha como siempre hacen. Los defensores del progresismo no aceptan que en ocasiones los ciudadanos no les dan su confianza y optan por otras alternativas. Si echamos un poco la vista atrás y rememoramos la última y pésima etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, los 400 euros que prometía de deducción de IRPF y se compara con el bono cultural de 400 euros de su Sanchidad vemos que al fin hay un fino hilo de esperanza de que se acerque el fin de este gobierno y se de paso a uno nuevo eficiente y que mire por el bien común de los españoles.
