RECUERDA TODAS LAS ATROCIDADES QUE SE VERTIERON EN CONTRA DE LA REPRESENTANTE DE ESPAÑA EN EUROVISIÓN

Losantos zarandea a los podemitas por el acoso al que sometieron a Chanel

"El Sindicato de la Regla la atacó por dar una imagen de mujer muy sexualizada"

Losantos zarandea a los podemitas por el acoso al que sometieron a Chanel
Federico Jiménez Losantos, Irene Montero y Chanel.

Los ecos del exitazo de Chanel en Eurovisión no se han apagado aún.

El tercer puesto de la cantante hispano-cubana en la cita de Turín (Italia) la noche del 14 de mayo de 2022 ha devenido en un amplio debate y, especialmente, un festival de críticas contra todos aquellos que acosaron a la representante de España.

Porque, como recuerda bien este 16 de mayo de 2022 el periodista Federico Jiménez Losantos, a la artista se la puso en el disparadero nada más ganar en el Festival de Eurovisión.

Y es que Chanel no era, precisamente, el prototipo que más se ajusta a los cánones sectarios de la banda podemita, tal y como comenta desde su tribuna en El Mundo.

El periodista turolense dice estar plenamente de acuerdo con el triunfo de Ucrania, aunque apunta que la victoria en lo artístico fue para la candidata española:

En lo político y ético ganó Ucrania, como debía ser. En lo artístico, España, con Chanel y el mejor número sobre el escenario desde la caída del Muro. En medio, quedó un grupo británico que en dos años no recordarán ni en la taberna de Mary Hopkin.

Pero Chanel se apresuró a felicitar a Ucrania, que utilizó su Stefanía para pedir ayuda desesperadamente al mundo, y los ucranianos, ataviados de raperos y pastores con pífanos, aplaudieron la belleza, el brío y la precisión de Chanel, cuya letra es boba, como tantas de su género, pero ¿quién atiende la letra con esos mujerones –y hombrones– en el escenario?

Losantos reconoce que llevaba tiempo sin ver Eurovisión, entre otras razones porque casi se adivinaba cuál iba a ser el resultado final sin ni tan siquiera dar comienzo el certamen musical:

Yo dejé de ver Eurovisión desde que la Europa del Este impuso sus mafias soviéticas y Ulibarri adivinaba el resultado antes de empezar. Casi desde su origen y sin decirlo era un festival simpático de reivindicación de los derechos de los homosexuales, travestidos y transexuales, hasta que la reivindicación se convirtió en obligatoria y feísta.

Pero reconoce que en esta ocasión quiso verlo por varios motivos, entre ellos el de la participación de una Chanel que resistió los embates del acoso podemita de Irene Montero:

Así que dejé de verlo, hasta este año, por Ucrania y por Chanel, claro, a la que la cheka podemita le montó un escrache tremendo por ganarle a Roberta Bandini, candidata de Irene Montero que salía bajo una ubre asegurando, contra toda la historia de la evolución humana, el culto a Marilyn y a las maggiorate, que los hombres temen las glándulas mamarias, vulgo tetas. Montero hasta abrió así un mitin. Ridícula.

Tampoco se libra del apaleamiento Yolanda Díaz, aunque cierto es que esta quiso poner un poco de distancia con las bestialidades dialécticas vertidas por la tropa de Montero:

Yoli se desmarcó de su odiada sorora apoyando a Tanxugueiras, un grupo gallego brumosamente brujeril, que tampoco era malo. Pero Chanel ganó. Y el Sindicato de la Regla la atacó por dar una imagen de mujer muy sexualizada.

Podemos, BNG, CCOO y hasta el PP, incapaces de tolerar una fiesta sin control político, llevaron el caso a las Cortes. La progrez susurraba: «Es latina, choni, guarrilla, no puede representar al Gobierno más progresista de la historia». Claro que, ante el acoso, bandinistas y tanxugueiros se pasaron a Chanel. Y Rigoberta, que se llama Paula, también la apoyó. Las meigas de Yoli, menos.

Incluso cuenta con ironía como quienes hasta la fecha habían criticado a Chanel ahora, después del papel estelar en Eurovisión, se suben al carro ganador:

Pero el sábado disfruté horrores con el voto popular a Ucrania, y los ocho «twelve points» de nuestra triunfadora, que lo fue. Tanto, que hace prodigios. Mónica García (Me-Ma), olvidando las atrocidades que le decían los suyos, felicitó a Chanel. Y esta semana, en vez de «incorregible» llamó a Ayuso «incorruptible». Confesión sincera, pero inesperada. ¡Milagros de Eurovisión!

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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