OPINIÓN

José Manuel García Albarrán: «Eutanasia y Aborto: Las leyes ‘progresistas’ contra la vida»

José Manuel García Albarrán: "Eutanasia y Aborto: Las leyes ‘progresistas’ contra la vida"

En este artículo no pretendo hacer un análisis exhaustivo de las mal llamadas “leyes progresistas”, sino sólo opinar sobre determinados ‘aspectos deontológicos’ para quienes serán la mano ejecutora

-la clase médica- y ‘aspectos sociales’ para el colectivo humano sobre el que recaerán -la población diana- es decir, los ciudadanos y ciudadanas.

Las llamadas presuntuosamente ‘leyes progresistas’ (Eutanasia y Aborto) de las que tanto han presumido los miembros y las  ‘miembras’ (este término inexistente y aberrante fue pronunciado por Sánchez, para congraciarse con el lenguaje inclusivo de su socia podemita) dichas leyes presentan, llevadas al extremo de aplicación que pretenden sus impulsores y legisladores, una grave incompatibilidad con el desarrollo libre de la ‘profesión médica’ ya que transgreden la ética del ejercicio de la Medicina al tener que ser necesariamente los médicos ‘la mano ejecutora’ tanto en uno como en otro caso.

¿Quien va a proporcionar, administrar o inyectar la droga letal en el caso de la Eutanasia?

¿Quien va a practicar el aborto en hospitales del Sistema Público de Salud o en Clínicas privadas?

Todos los que en su día estudiamos y los que actualmente estudian la Carrera de Medicina en las distintas facultades del país, al obtener la Licenciatura o Grado en Medicina y Cirugía juramos (aunque fuera simbólicamente) el llamado desde tiempos inmemoriales, “Juramento Hipocrático”, que en su esencia sigue en vigor y sirve de base para el libre y ético ejercicio de la Medicina.

Dicho Juramento en su -párrafo quinto- dice textualmente… “No daré ninguna droga letal a nadie, aunque me lo pidan, ni sugeriré un tal uso”.

A pesar de que este Juramento puede ser denostado o criticado por su antigüedad, habrá que recordar a quien así lo considere, que en la actualidad existe el llamado “Codigo de Deontología Médica” redactado y avalado por el Consejo General de Colegios Oficiales Médicos de toda España, que estamos obligados a cumplir todos los Licenciados o Graduados con ejercicio profesional en este país.

Pues bien el mencionado Código Deontológico en su -Capítulo VII. Art. 36.3- dedicado a la ‘Atención médica al final de la vida’ dice:

“El médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente, ni siquiera en caso de petición expresa por parte de este”.

Tras numerosos intentos de cambiar o eliminar el citado Artículo 36, que yo sepa, la Comisión Deontológica de Colegios Médicos aún no lo ha consentido, predominando este criterio sobre cualquier decisión o ley impulsada por los políticos.

Por lo anteriormente expuesto queda al criterio del médico y no de ellos el ejecutar la Eutanasia activa para acortar o suprimir la vida del paciente.

Aquí habría que recordarles a los políticos y legisladores que “El derecho de una persona finaliza cuando transgrede el deber de la otra”.

Y en cuanto a la Ley para regular la práctica del Aborto,

el Consejo de Ministros dió vía libre a la tramitación del ansiado Anteproyecto, con el regocijo consiguiente de la Ministra de ‘Igual-dá’, Irene Montero.

Mientras que observamos con estupor como el Tribunal Constitucional lleva la friolera de 12 años ‘dándole vueltas a la perdiz’ para decidir sobre el recurso interpuesto por el PP contra la “Ley de Salud Sexual, Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo” aprobada en el 2010, durante el gobierno socialista del nefasto Zapatero, estando aún sin resolver ese recurso.

¿Están saturados de trabajo? ¡Esto es vergonzoso!

Pero volviendo a la profesión médica vamos a ver lo que prohíbe con respecto al Aborto el Juramento Hipocrático… “No proporcionaré a mujer alguna un pesario abortivo”, lo que sí  extrapolamos a nuestros días, vemos como también se ve reflejado en el Código de Deontología Médica, que en su

“Artículo 27.1 dice que “Es conforme a la Deontología que el médico, por razón de sus convicciones éticas o científicas, se abstenga de la práctica del aborto”

Por tanto el respeto médico a la vida impone la condena deontológica del aborto y la eutanasia. La tradición hipocrática, en la cual se basa la deontología profesional, ha rechazado siempre y con la máxima energía la utilización de la Medicina para causar la muerte.

La nueva ley del aborto que quiere sacar adelante este gobierno social-comunista, derogando la ley de 2010, tiene unas peculiaridades y diferencias con respecto a la anterior que conviene resaltar:

Se garantiza el Aborto en Centros Públicos.

Se realizará un registro de ‘Médicos Objetores’ en cada CCAA.

Se permite el ‘Aborto libre’ desde

la semana 14 (3 meses y medio) a petición de la mujer.

Se suprime el asesoramiento psicológico previo y la reflexión antes de someterse al aborto.

Se rebaja a 16 años la edad legal para abortar ¡sin necesidad de consentimiento paterno!

Llaman poderosamente la atención los siguientes puntos:

¿Con qué fin van a obligar a registrarse a los médicos en un censo de objetores?

Esto huele ya a un maniqueísmo político dictatorial… ¿Habrán represalias o un trato distinto?

Los abortos no terapéuticos (sin causa médica justificada) serán realizados en Hospitales públicos y los vamos a pagar todos los ciudadanos con nuestros impuestos. ¿?

Pero lo que llama más la atención, con diferencia, es que una niña de 16 años (sin derecho a voto y bajo la tutela paterna) pueda quedarse embarazada y abortar sin comunicárselo a sus padres y sin asesoramiento psicológico previo, lo que puede producirle graves secuelas tanto a nivel psíquico como conductual.

Y llegando a este punto habrá que preguntar a estos políticos inútiles, desinformados y ‘populistas busca votos’…

¿Qué tipo de información y formación en materia sexual están dando en los colegios e institutos públicos?

¿No sería más fácil, productivo y sensato instruir y dar mayor importancia a que las relaciones sexuales entre jóvenes sean seguras y usen los innumerables medios preventivos disponibles?

Y dicho esto tendríamos que considerar, excepcionalmente, determinados casos perfectamente tipificados, tanto en la Eutanasia como en el Aborto, en donde bajo la dirección y consejo del Comité Deontológico, el médico especialista puede actuar sin transgredir la norma y sin cargar el acto a su propia conciencia.

Pero la guinda del pastel la ha puesto ésta ‘iluminada’ ministra populista que ofrece a las mujeres trabajadoras poder darse de baja laboral por presentar ‘Dismenorrea’ (vulgo: Dolor menstrual) sin límite de días y cobrando el 100% pagado por el Estado, siendo esto otra ‘andanada de humo’ más, ya que con anterioridad a esta propuesta, más de dos millones de mujeres con causas justificadas por tener ‘reglas dolorosas’ -endometriosis, ovarios poliquísticos, etc.- ya tenían regladas estas bajas sin problema para que su médico de cabecera se las firmase de 3 a 5 días de media.

Y es que ya estamos hartos de ver legislar a golpe de ofertas, intentando rebañar votos por los más rastreros, falaces y variopintos métodos.

¡Paz en Ucrania!

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