OPINIÓN

Pedro Manuel Hernández López: «El desesperado S.O.S del Gobierno de Sánchez a la Unión Europea”

Pedro Manuel Hernández López: "El desesperado S.O.S del Gobierno de Sánchez a la Unión Europea”

Mucho me temo que –después de la reciente absolutista y magistral actuación diplomática de nuestro eficaz y progresista presidente Sánchez en su viaje-relámpago, el día 6 del pasado mes de abril, al vecino país alauí a rendirle vasallaje y pleitesía a su soberano, mediante una magistral e irresponsable bajada de pantalones que incluyó una ostentosa inversión de la bandera española presidiendo el pantagruélico almuerzo en pleno Ramadán, en un palmario y consciente apoyo a Marruecos frente a Argelia, en el tema del Sahara Occidental y de la autodeterminación del sufrido pueblo saharaui– en esta ocasión, a Pedro Sánchez, por más que se empeñe su fiel y “alter ego” ministro de Exteriores, José Manuel Albares Bueno, alias “Napoleonchu” o también conocido por “Piojete”, porque es bajito, molesto inoportuno y, además porque pica y todo tiene que pasar por sus manos y por su deplorable educación– no le va a salvar de la quema ni el susodicho ministrillo, ni los 22 restantes ministros de su gabinete, ni la campana(del escalofriante refrán popular : salvado por la campana) y, ni siquiera el “sursuncorda”, aunque se empeñen en repetir –todos a una, como en Fuenteovejuna– y aventar, a través de la “rosa de los vientos”, el falaz y vergonzante mantra sobre la actual gran fortaleza, la inquebrantable seguridad y la efectiva multidimensionalidad de la alianza entre Argelia y España.

Vuelven a mentirnos una vez más, aunque cada vez con una trola mayor y más difícil de creer. Tanto es así, que últimamente, algunos ministros y socios del mismo Gobierno sanchista no se ponen de acuerdo en muchos temas importantes y se contradicen a menudo y, muy especialmente, en este desaguisado y berenjenal conflicto político y económico en que ha metido a España. Normal, tratándose de un Ejecutivo que cada día se parece, más y más, al famoso e hilarante “camarote de los hermanos Marx”, o si lo prefieren a una “jaula de grillos”, en la que cada uno canta a su manera y a la hora en que le sale de sus “élitros” su melodía preferida, sin contar para nada con el resto de sus compañeros y, ni siquiera, con el grillo principal, el propio presidente.

Aunque es difícil de creer, a estas alturas y, visto lo visto, ya no sé qué con que palabras calificar la ineptitud e ineficacia de este hibrido gobierno socialcomunista, porque ya me he quedado casi sin sinónimos para describirlo, dado que cada día nos sorprende más y más con sus diplomáticas bajadas de pantalones y meteduras de pata, sus felonías y sus megalómanas políticas derivadas de su desenfrenado histrionismo. “Hic et nunc” (aquí y ahora) sí que viene al pelo lo que nos recuerda el viejo aforismo español: “De aquellos polvos, estos lodos”.

Hace escasamente una semana, Argelia ha suspendido de manera inmediata el acuerdo de amistad, buena vecindad y cooperación que venía manteniendo con España, desde que fue suscrito con España el 8 de octubre de 2002 por el Gobierno de José María Aznar y el expresidente Abdelaziz Bouteflika –fallecido en 2021—y entrara en vigor el 30 de octubre de 2003. Dicho tratado recoge, entre otros puntos: el que ambos países se comprometen a respetar la legalidad internacional y las resoluciones de las Naciones Unidas, el uso de medios pacíficos para solucionar posibles problemas, la cooperación entre sus Fuerzas Armadas en materia de Defensa, la cooperación jurídica en materia civil, mercantil, administrativa y penal en el control delos flujos migratorios y de lucha contra el tráfico de seres humanos. En materia de educación y cultura, el compromiso fue establecer los medios necesarios para un buen intercambio de estudiantes, profesores e investigadores universitarios, así como de documentación científica y pedagógica.

La ruptura de ese tratado –en vigor desde hace 20 años– viene motivada por el voluble e irreflexivo giro político de Sánchez –en plan “Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como”—y su posicionamiento a favor de la propuesta de que el Sahara Occidental quede bajo la soberanía de Rabat. Recuerden que nuestro “Juan Palomo” llegó a decir ampulosamente –fruto de su distópica y mitómana personalidad y según algunas voces populares por oscuros affaires personales—primero en Rabat y después en el Congreso, que la propuesta autonomista de Marruecos sobre el Sahara era “la base más seria, creíble y realista para resolver un conflicto que ya se nos estaba haciendo demasiado largo” (sic).

El anuncio del gobierno argelino de cortar el suministro de gas a España, así como el bloqueo bancario a las empresas españolas que exportan a Argelia es el efecto directo y, que no se ha hecho esperar, de estos recientes lodos del “Sánchez-gate” (6 de abril de 2022) provocados por aquellos polvos del “Gali-gate” (18 de abril de 2021). Ante tan grave e importante amenaza para la política y la economía española a Pedro Sánchez — que por cierto aún no se ha dignado dar ninguna explicación al respecto– no le ha quedado más remedio que volver a hacer uso de su ministrillo de Exteriores y mandarlo de prisa y corriendo a Bruselas, en demanda de auxilio y socorro de toda la Unión Europea frente a las serias amenazas de Argelia.

España, invocando el lema de los tres mosqueteros –de “todos para uno y uno para todos”– frente a las agresiones políticas, diplomáticas y económicas argelinas, a través del Ministerio de “Napoleonchu” está estudiando denunciado al Ejecutivo de Abdelmayid Tebune por vulnerar el artículo 38 del Acuerdo Euromediterráneo de 2005, que estableció un “régimen de asociación preferente entre todos los socios europeos y Argelia, así como a autorizar, en monedas de libre convertibilidad, todos los pagos corrientes relativos a transacciones entre las dos orillas del Mediterráneo y garantizar la libre circulación de capitales”.

En respuesta a las denuncias del ministro de Exteriores a Argelia y de la amenaza de Bruselas por congelar sus relaciones con España, el Gobierno de Argel ha rechazado frontalmente que la suspensión del tratado de amistad… con España repercuta en el tratado de asociación con la UE ya que no afecta a las “transacciones comerciales actuales, ni al suministro de gas” y, ratifica que la suspensión de un tratado político bilateral con un socio europeo –en este caso España– es una medida que no afecta ni directa ni indirectamente a los compromisos contendidos en el Acuerdo de Asociación Argelia-Unión Europea.

Pedro Sánchez ha vuelto “hacer un pan como unas tortas”, pues ha hipotecado la política española para varias décadas. Su personalísima relación unilateral tomada respecto a Marruecos y Argelia –colocándose en medio de los dos, eternos y acérrimos enemigos– es irreparable, ya que aún no se ha dignado explicar en el Congreso al resto de partidos políticos qué hemos ganado y qué hemos perdido. Con Argelia sabemos todo lo que de momento hemos perdido. Pero con Marruecos no lo sabemos, pues aparte del anuncio del reino alauí de la próxima apertura de las fronteras de Ceuta y Melilla, todavía seguimos esperando que Marruecos certifique, avale y nos garantice la españolidad de ambas Ciudades Autónomas y la no invasión pacifica con cientos de pateras.

Pedro Manuel Hernández López, médico jubilado, periodista y ex senador por Murcia

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído