OPINIÓN

Victor Entrialgo De Castro: «El último que cierre la puerta»

Victor Entrialgo De Castro: "El último que cierre la puerta"

Se está despidiendo pero ¡una más Pedro, una más! Y Pedro convoca al comité federal para hacer un bis y cantar «allá va la despedida», prietas las filas de un partido en ruinas, cuyas actuaciones en las fiestas de verano parecen las de una tuna desafinada o una tarde en el ruedo con el bombero torero.

Andalucía ha entrado con el estoque y sólo falta la puntilla pero en lo que cae el sol de la tarde en el graderío y el subalterno muestra el engaño en el burladero para que embista el pueblo, en el alvero las mulas van arrastrando a los bichos «pa ir quitando cosas de enmedio».

Camino de chiqueros van desfilando reses que han hecho méritos de sobraos y de sobreros para que así los echen entre broncas y abucheos. Lastra, Delgado y Sanchez, personas inigualables en «su desagradabilidad», porque para lo que hace esta gente hay que inventar palabras nuevas. Porque si están o han estado ahí es primero por su atrevimiento, luego por su ambición pero, sobre todo, por «el más absoluto y escandaloso desconocimiento de sí mismos, de sus capacidades y sus límites, el más estruendoso e «injustificado podemos» de la política española. Porque no pueden. Está claro. Y si hasta ahora, -me dirán,- han podido, no es más que a cambio de su dignidad y de la de España maniatada con el covid y la economía, dividida con su diaria contorsión, porque ésta gente del cargo son de los que dicen: échame trigo y llámame gorrión.

Los tres han desempeñado puestos y asumido, no ya desafíos, que eso se entendería, sino tareas muy por encima de sus capacidades sin ni siquiera ponerse coloraos. Siempre hay gente así, si se les permite. Claro que despues de Zapatero,  Pajín y Aido, puestos a hacer un bis, cualquiera se hubiera atrevido a desafinar siendo osado y atrevido, más incluso que ambicioso. ¿Que hay guerra en Ucrania contra los rusos? ¡Da igual!, dice cualquiera de ellos, ¡Voy yo con unos cuantos palmeros!. Aqui todo quisqui se apunta a un bombardeo.

Ahora a la deseperada, Pedro va a tratar de apuntalar las maderas gastadas con clavos oxidados, como Patxi Lopez,  tirándose a bomba en la piscina del partido para salpicar a cuantos más pueda en su huida, -que va a ser apoteósica,- despues de dejar la Nación y su partido convertidos en un amasijo de piedras, escombros y tierra quemada. Pero Pedro se arranca con la penúltima:

» Y cuando subo, y cuando bajo ay ay ay….se me hace cuesta arriba, la cuesta abajo..

Se acerca el momento de pronunciar en el comité federal la frase de la puerta que pronunció el coletas y se convirtió en su boomerang, mientras Pedro va a entregar a Patxi aprovechando estas fechas: ¿»Tú también Pedro?», porque ese a quien el traidor va a entregar, para lo que que quede, es el mismo que le dijo en las primarias: «Vamos a ver Pedro, ¿tu sabes lo que es una nación?»

Y resultó que en su pregunta, Patxi llevaba razón.

El último que cierre la puerta.

Víctor Entrialgo

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