Me gustaría ser alta, delgada y con ojos azules pero la genética no acompaña.
Tras mucho deliberar sobre el tema, leer a favor y en contra, he tomado la difícil decisión de enfrentarme a la sociedad y a todos vosotros.Vivimos en una sociedad que quiere limpiar sus pecados del pasado y apoyar al underdog, al desfavorecido. Por primera vez en la historia. Cuando antes lo ridiculizaba, marginaba, encarcelaba o hasta mataba.
Primero fue los derechos de la mujer, que le habían sido arrebatados desde la cuna de la civilización, porque, seamos realista, los humanos siempre hemos basado nuestra cultura en la fuerza bruta. Y no ha cambiado nada, ni un ápice, desde la época de las cavernas. Igual ahora no se ataca a la gente con palos y piedras, pero te subyugan con leyes y «justicia», muy poco justa, a la que se te obliga a someterte por la fuerza bruta o, simplemente se te cancela.
También estaban los derechos de las personas de otras razas, que aun siendo tus compatriotas se les discriminaban por la simple razón de que, aunque, igual sus antepasados llevaban más tiempo en el país que los tuyos, por su tono de piel o fisionomía, les costaba más integrarse en la población y a primera vista parecen que vienen de otro país. O en el caso de los nativos americanos, son los únicos que vienen de ahí, pero eso no les libra de la discriminación.
Otra minoría no tan pequeña luchó por sus derechos: los gays. Y la sociedad se moldeó para darles esos derechos poco a poco, no sin gran esfuerzo de los luchadores, pero bueno, a fuerza de manifestación y lucha, lo consiguieron.
Ahora ha llegado el turno a todas esas personas que se dan cuenta de que han nacido en el género que no corresponde a quienes son: Las mujeres y hombres trans. La sociedad, en general, se han volcado con ellos y queriendo crecer y ser mejor (sobre todo gracias a la apertura de mentalidad que la lucha LGBTI provocó) les da su apoyo, a veces incondicional.
La sociedad ha querido madurar con los tiempos y demostrar su empatía con las personas trans, algo loable, siempre que por ayudar a una causa no cometas una injusticia mayor. Es el caso cuando los intereses de un underdog y otro underdog se confrontan.
Si bien abogo por que, en la búsqueda de trabajo, sea en las artes o en cualquier otro tipo de profesión, se debería presentar curriculums vitae sin fotos, sin nombres (solo las siglas) y, obviamente sin mostrar el sexo del candidato (pero esto parece que no conviene) hay un solo campo en el que no lo veo justo ni correcto y es en los deportes.
Si la mujer siempre ha sido explotada y abusada (coge nota Yuval Noah Harari) es porque no tenía la fuerza física y, viniendo del mono como venimos: el que podía, podía y el que puede, puede. Es decir, la fuerza bruta arriba mencionada hizo que primero se secuestrara, vendiera, comprara y, luego se manipulara a la sociedad en general y, a las mujeres en particular, para que creyeran que ser menos fuertes físicamente se traducía en ser inferiores, delicadas, tontas e inútiles. A las pocas que no se las convencía de ello se las diagnosticaba histeria, locura o ser marimachos que nunca se iban a poder casar (previo lavado de cerebro y robo de toda oportunidad de subsistencia sin un marido que te mantuviera) Todo porque carecían de la fuerza bruta.
Pero ¿qué pasa si ahora esas mujeres tienen la fuerza bruta? Ha llegado las mujeres trans y están para quedarse.
Ante todo, quiero ser justa con las mujeres, biológicas o trans, pero… ¿Qué pasaría si en un futuro muy cercano, justo a la vuelta de la esquina, todas las competiciones deportistas femeninas fueran ganadas por mujeres trans? ¿Qué pasaría si ninguna mujer biológica pudiera ganar ninguna competición femenina?
Al final, éstas se cansarían de vivir la dura vida del deportista si no van a poder ganarse la vida de ello. Con el tiempo solo quedarán competiciones masculinas y trans. ¿Sería justo para las mujeres biológicas?
Algunos llegarían tan lejos como para decir que las mujeres nacidas en cuerpos de mujeres no son lo suficiente mujeres para ganar en su campo a las mujeres nacidas en cuerpos de hombres. ¡Muy triste que ahora las mujeres no valgamos ni para mujeres!
Antes de echárseme a la yugular, dejadme que me explique. En otros campos, como ya he dicho anteriormente, no creo que importe que un trabajo se le dé a un hombre, mujer, persona trans (hombre o mujer) o no binaria si es según sus capacidades. Pero si estamos midiendo la fuerza, la resistencia física ¿no sería injusto mezclar peras con manzanas? o ¿incluso manzanas de distintos tipos? En los deportes siempre se ha hecho clasificaciones según:
pesos: peso ligero, pluma…
edades: alevines, infantiles, cadetes, juveniles, etc.
o por sexo: hombres y mujeres.
Y no es por discriminar según edad, sexo o peso, era para igualar e intentar hacer el deporte un poco más justo y equitativo.
Pero, ¿qué justicia hay si las mujeres tienen que enfrentarse a otras mujeres que les lleva diez centímetros o más de altura, una capacidad pulmonar y desarrollo muscular mayores? Es como si pones a una gata a luchar contra una leona: son hembras las dos, pero, no me parece una lucha equitativa. POR FAVOR, no interpreten que estoy implicando que las mujeres y las mujeres trans son de diferentes especies, lo que sí implico es que están es desigualdad de condiciones.
Por favor, sociedad.
Por favor, hombres de hoy.
Por favor mujeres de verdad, las de corazón, nacidas de una u otra manera.
Mostrad empatía y no robéis a las mujeres biológicas de derechos ganados muy duramente. Ya bastante que en E.E.U.U han pasado a ser incubadoras con menos derechos sobre sus cuerpos que el de un espermatozoide suertudo que logró meterse en su óvulo. Si unas células de unos días tienen más derechos que tú, mujer biológica y, las mujeres trans se llevan todos los trofeos y becas deportivas femeninas…
¡Vergüenza, vergüenza debería darle a la sociedad! Y a los machistas que no ven a las mujeres trans como mujeres, sino como hombres poniendo a las mujeres en su sitio. Y sobre todo vergüenza, VERGÜENZA con mayúscula a las mujeres aprovechadas y egoístas que por ganar no les importa aprovecharse de una ventaja injusta.
¿Qué solución hay? ¿Que las personas compitan según su sexo genético por más que no coincida con su sexo real o identidad? ¿O si vamos a quitarles todas las posibilidades a las mujeres biológicas: que se compita sin tener en cuenta género y dejemos ya de ser una sociedad hipócrita que pretende hacer ver que todos somos iguales sin importar sexo, color, credo, sexualidad? ¿que hay igualdad de oportunidades para todos?… Pero solo cuando nos conviene.
Por si aún no se han dado cuenta ambas opciones son antideportivas: que hombres y mujeres compitan juntos (sean biológicos o trans) es tan antideportivo como que mujeres trans compitan con biológicas, hombres trans con biológicos y niños con adultos por la simple, simplísima razón de que el deporte no tiene que ver con identidades de género, edad, peso o políticas de mierdas, sino que es más bien una cuestión de capacidades físicas. Es precisamente la «deportividad» la que hace las clasificaciones para que haya algo de justicia y equidad.
Tristemente, cuando ha surgido la necesidad de crear otras dos clasificaciones más, parece que ha sido más fácil ser injusto con las mujeres biológicas (¡sorpresa!) y con los hombres trans que compiten con hombres (sorpresa también ahí) que molestarse en hacer dos clasificaciones nuevas: hombres trans y mujeres trans. Y si seguimos permitiendo esa injusticia, si seguimos por ese derrotero, vayamos preparándonos para los transedad: cuando una persona de 25 años quiera competir con niños de 8 porque se identifica de esa edad.
¿A que estamos jugando? ¿Estos son competiciones deportivas? ¿sin deportividad? ¿vamos a usar el deporte como campo de batalla para politiqueos o para reafirmar la identidad de unos deportistas, que a mi ver, les lleva más la codicia que la deportividad? Porque mira que a muchos hombres trans no les molesta seguir compitiendo en competiciones deportistas femeninas porque saben que ahora tienen más posibilidades que antes, y desde luego que muchísimas más que si se cambiaran a competir con hombres.
A todos los que defienden a las personas trans en este asunto solo por su condición de personas trans: Sé que han sufrido mucho y merecen nuestro apoyo y amor, pero una injusticia no resuelve otra. No cometamos el pecado de ser hipócritas y confundir apoyar a las personas trans con darle la razón a aquellos trans que se aprovechan de serlo. Esto sería discriminación positiva.
Porque pensándolo fríamente ¿A que si fueras boxeador de peso mosca no te parecería bien que te pongan a luchar con alguien de peso pesado? Entonces ¿por qué te parece bien para a otras?
Me gustaría ser alta, delgada y con ojos azules pero la genética no acompaña. Las mujeres trans son mujeres a mis ojos, ante los de la ley, y ojalá a los ojos de todos, pero la genética no acompaña. Y el que abusa de su fuerza bruta para mí es un bully y esto va para todos: hombres, mujeres, personas trans o no binarios.
Este es mi pensar, mi modesta opinión en defensa de los derechos de las mujeres todas. Preveo muchas nuevas luchas de todos los underdogs (para mantener los derechos tan duramente ganados) pero qué pena, QUE GRANDÍSIMA PENA, que alguna de esas luchas sea entre nosotros.
Duela a quien duela, aquí doy voz a todas esas mujeres deportistas (biológicas y SÍ, también trans) a las que se las han obligado a guardar silencio porque hay gente a las que no les gusta oír lo que dicen: verdades incómodas. Y a mí ¡¡¡QUE ME CANCELEN SI QUIEREN!!!
Que nunca se confunda ser transfobo con intentar ser justo. Que como decía mi abuela «Los que no tienen argumentos, usan insultos».