Estoy convencida que muchos españoles llevamos haciéndonos esta pregunta hace mucho tiempo: Sánchez (Pedro), ¿por qué no nos dejas en paz?
Una pregunta al aire, una reflexión, que surge tras esas decisiones del Gobierno de España que solo consiguen perjudicarnos a todos. Decisiones cuyo único objetivo es minar nuestro modelo de libertad. Decisiones, en definitiva, adoptadas desde el sectarismo, sin diálogo, sin consenso, sin tener en cuenta a los sectores afectados y, además, sin tener en cuenta las comunidades autónomas.
Y luego, para disfrazar esta actitud autoritaria, sale el Gobierno de España en tromba a insultar a la única alternativa real a este desgobierno. Al Partido Popular. Si, insultar. Porque es lo único que hacen cuando uno carece de argumentos para justificar medidas absolutamente restrictivas y sin fundamento alguno. Nos obligan a “tragar”.
“Tragar”, qué verbo tan mal utilizado cuando vivimos en una democracia, queridos lectores.
Y es que, no lo olvidemos, vivimos y convivimos en una democracia. Con reglas, con principios y en libertad. Y desde el Partido Popular vamos a seguir defendiendo nuestro modelo de convivencia. Por eso al presidente Feijóo le insultan. Por eso le atacan. Pero eso ya lo saben la inmensa mayoría de españoles. Porque somos, esa inmensa mayoría, quienes pagaremos los errores de este Gobierno de izquierdas.
Porque sí, queridos lectores. Todos pagaremos las ocurrencias de Sánchez, como pagamos las de Zapatero. No tengan ninguna duda.
Y volvamos a Sánchez. Reflexionemos sobre la crisis energética.
Sánchez anuncia a bombo y platillo, y sin corbata, medidas de ahorro energético acordadas por su Gobierno en un Real Decreto Ley. Repito, por “su” Gobierno. A renglón seguido, después del caos y asfixiar a media España, a Sánchez le llega la calma. En helicóptero, el Súper Puma y, luego, en el Falcon, Pedro se fue de vacaciones. Polémica servida.
Es importante que tengamos en cuenta que la decisión, no pactada ni consensuada, se ha aprobado mediante un Real Decreto Ley, es decir, sin la tramitación parlamentaria exigible para aprobar una Ley Ordinaria, donde en democracia participan todos los grupos parlamentarios. Lo ha aprobado el poder ejecutivo (el Gobierno), no el poder legislativo (Congreso y Senado)
¿Puede hacerlo? Sí, siempre que cumpla unos requisitos. Usan una fórmula constitucional pero reservada única y exclusivamente para situaciones de extraordinaria y urgente necesidad y que, posteriormente, necesitan ser convalidadas en el Congreso.
Resumiendo. Puede que el famoso ‘decretazo’ contra nuestra libertad pueda ser tumbado en el Congreso de los Diputados y nunca ver la luz como Ley, parlamentariamente hablando. Pero puede, incluso, que el Tribunal Constitucional lo tumbe porque vulnera las competencias de las comunidades autónomas. Y esta es la decisión que ha adoptado Isabel Díaz Ayuso frente a esta chapuza. Recurrir.
Lo importante no es lo que pase en unas semanas ante el Constitucional, lo importante es analizar el perfil del presidente de Gobierno de nuestro país. Me quiero detener en sus ataques, sus insultos, sus faltas de respeto. Las suyas y las de toda su jauría política y mediática.
Como he indicado más arriba, uno insulta cuando no tiene argumentos que justifiquen sus decisiones. Y esta situación es lo que viene pasando en España desde el inicio de la era sanchista.
La presidenta Isabel Díaz Ayuso ha advertido que ella no se va a callar y va a defender Madrid. Pero ha dicho todo esto después de haber instado al Gobierno de España, hace ya un mes, a que adoptase medidas “consensuadas” ante la situación de emergencia y dependencia del gas que tiene nuestro país.
No se nos debe olvidar el dato.
El 8 de julio la consejera de Medio Ambiente madrileña envió una misiva a la ministra Ribera proponiendo medidas ante la crisis energética que se nos viene encima. La misma presidenta Ayuso el día 12 de julio pidió a Sánchez que actuase y puso como ejemplo que la Comunidad de Madrid adoptó decisiones el año pasado, acordando el Plan de Contingencia ante la falta de suministro energético cuando, por cierto, un Plan sobre el que se mofaron abiertamente “algunos”.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta Ayuso fueron los primeros en reconocer la situación, hacer propuestas y tomar decisiones.
Pedro Sánchez siempre va detrás, situación que desespera al presidente del Gobierno. Y por eso, ante las peticiones de Isabel Díaz Ayuso, ante la disposición que ella y su Gobierno ofrecieron a Sánchez, una petición de actuación, consenso y reducción del gasto, Pedro ha dicho ‘NO’.
Mejor la imposición, mejor la improvisación, mejor la ocurrencia. Mejor la campaña contra Ayuso y contra el presidente del PP. Mejor sus expectativas electorales. Mejor la propaganda. Mejor la mentira. Mejor la incoherencia y, mejor, en definitiva, el insulto y la crispación.
Por eso me pregunto, Sánchez, ¿por qué no nos dejas en paz?
¡Ya!
