OPINIÓN

Pablo Delgado Escolar: «Objetivos del gobierno»

Pablo Delgado Escolar: "Objetivos del gobierno"

Cuando llegan las elecciones, tanto si son generales, como autonómicas o municipales, y elegimos un grupo político para que nos gobierne, generalmente buscamos a los que creemos que van a realizar una labor acorde con lo que necesitamos, cuya ideología coincide con lo que creemos más adecuado para que funcione acertadamente el País y que los valores de la sociedad no sean manipulados por los intereses partidistas de esos políticos; que demuestren un interés por el bienestar del pueblo, como fin último y principal de su labor antes que su propio provecho. Su discurso y sus acciones no pueden ampararse en la mentira ni encubrir una doble intención con supuestos actos bondadosos y generosos que hagan creer lo que no son. Instintivamente procesamos estas ideas y las ponemos en práctica. Pese a todo nos equivocamos en algunas ocasiones, pero más que por error nuestro, porque nos engañan con sus promesas o su proceder tales políticos.

Tristemente este objetivo de gobierno ideal no se da en España y no es preciso hacer mucho esfuerzo para probar que es así; la generosidad de un gobierno que busca el bienestar de los ciudadanos está muy lejos de la realidad entre nosotros y es algo que conocen perfectamente todos los españoles. Se legisla para dar satisfacción a su ideología, se monopolizan todas las instituciones, se procura acaparar todos los poderes, se insulta y ofende a quienes pueden criticar y denunciar sus perversiones, se toma el control de los medios de comunicación y amenaza con fuertes sanciones a quienes no se dobleguen a ese control. Al estilo de los regímenes totalitarios, nuestro gobierno, especialmente el presidente, busca perpetuarse en el poder y todo su esfuerzo se dedica a eso. Utiliza el dinero público para comprar votos con subvenciones. Realiza esfuerzos ímprobos para menospreciar al adversario y hace del embuste su principal arma política. Deberían pensar en aquello de Abraham Lincoln: “Es posible engañar a unos pocos todo el tiempo. Es posible engañar a todos un tiempo. Pero no es posible engañar a todos todo el tiempo”. Modestamente quisiera recomendarles a nuestro gobierno que se ocupasen un poco del pueblo y menos de sí mismo. Si tenemos un presidente tan obseso por ocupar y mantener el poder “como sea”, ¿no hay algún ministro que vea esto y le recomiende un cambio de rumbo?

Pablo D. Escolar

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído