"La libertad de expresión no nació para proteger a los gobiernos, sino para vigilarlos"

Raúl del Pozo advierte a Sánchez de que su plan para amordazar a los periodistas está abocado al fracaso

"A los políticos que se vuelven trumpistas y embisten a la prensa hay que recordarles que tienen la batalla perdida"

Raúl del Pozo y Pedro Sánchez
Raúl del Pozo y Pedro Sánchez.

Firme ante las tentaciones censoras de Pedro Sánchez y sus acólitos podemitas.

Raúl del Pozo, columnista de El Mundo, tiene claro que a él nadie va a acallarle desde el Gobierno socialcomunista y hace fosfatina cualquiera de las intentonas que se articulan desde La Moncloa para amordazas a los periodistas que critican al poder, sea este del color que sea.

En su tribuna de este 9 de septiembre de 2022 el escritor conquense no da crédito a que partidos como Podemos, que precisamente se dio a conocer en medios de comunicación privados, monte ahora en cólera por la existencia de estos y que el propio Sánchez haya comprado y abrazado ese discurso para silenciar las voces críticas:

Al Gobierno y a los partidos de la coalición parecen inquietarles los medios controlados por la derecha más que la inflación y más que la crisis energética. Hay una caza de brujas contra lo que denominan «oligopolio mediático». El PSOE, que nació en una taberna, y Podemos, que llegó al mundo en un plató, culpan a las empresas de información «derechistas» de su retroceso en las encuestas y en las elecciones. Consideran el mediático como el más peligroso de los poderes fácticos, un poder que, según dicen, circula libremente por las alcantarillas del Estado.

A Del Pozo le llama la atención la alergia repentina que le ha entrado al inquilino de La Moncloa cuando otros medios que no son los que él controla dan informaciones que difieren de lo que a él le gustaría que se diese y que llegase en verdad a los ciudadanos:

El presidente del Gobierno, que controla la televisión estatal, la publicidad institucional y las grandes empresas públicas, responsabiliza a los medios de que no informan, sino intoxican. Cree que son los causantes de su impopularidad.

Recuerda cómo hubo una primera intentona para poner el bozal a las empresas periodísticas que no se subordinaban al catecismo socialcomunista:

Hace unos meses se les descubrió la tentación de idear alguna mordaza para limitar la «desinformación». Luego cayeron en la cuenta de que los comités de la verdad o cualquier forma de bozal sería un ataque a la libertad de expresión, la libertad preferente en la Constitución del 78 y también la que recoge la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos y de otros países avanzados. Se trata de la garantía de que nadie va a ser perseguido por sus opiniones o sus escritos.

Recalca una cuestión de primero de periodismo, que la libertad de expresión no está para bailarle el agua al presidente de Gobierno de turno, sino para controlar su actuación y, si fuera menester, denunciar su mala praxis:

La libertad de expresión no nació para proteger a los gobiernos, sino para vigilarlos. Tampoco se puede evitar que haya empresas que editen periódicos o televisiones, salvo que se acabe con la propiedad privada. Los que mandan se quejan, a pesar de estar exentos de responsabilidad sobre cualquier opinión que viertan en los parlamentos y de tener más influencia que cualquier ciudadano.

Evidentemente, niega la mayor respecto a que el Ibex esté detrás de la propiedad de los medios privados y asegura que él y los de su gremio no van a arriar la bandera y seguirán informando a los ciudadanos:

Tampoco es verdad que los medios sean propiedad del Ibex. Pueden verse con el móvil cientos de periódicos realizados por informadores, además del acceso libre a los podcast y a las redes, que no están vigiladas por la oligarquía mediática.

A los políticos que se vuelven trumpistas y embisten a la prensa hay que recordarles que tienen la batalla perdida. Vamos a seguir contando sus fechorías, como lo hicimos en las grandes batallas contra la corrupción, como lo hicimos contra el crimen de Estado.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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