OPINIÓN

Manuel del Rosal: «No, no es Meloni quien amenaza a Europa»

Manuel del Rosal: "No, no es Meloni quien amenaza a Europa"

Uno se pregunta cuando el futuro en Europa pasó de ser una esperanza para convertirse en una amenaza

Ni Meloni, ni el Brexit, ni la ultraderecha; ni siquiera Rusia amenazan a Europa. Europa sufre la amenaza de ella misma, de sus sinsentidos, de su blandenguería, de sus fórmulas social democráticas ya superadas, de su hipocresía, de sus privilegios para los más poderosos y para los que viven en ese cortijo, de su narcisismo, de su abandono a los ciudadanos que con sus impuestos sufragan el gasto faraónico del que poco o nada les llega a ellos, de su permisividad con los delincuentes de cualquier clase y su dureza con los europeos que trabajan en silencio, de sus alfombras a los lobbies rosas, feministas, relativistas, de su olvido del cristianismo que fue quien creó Europa y sus alabanzas a doctrinas foráneas, a costumbres extrañas; de su entrega cobarde a los mercaderes. Europa no debe temer a nadie salvo a ella misma, su enemigo desde hace años es ella; que no busque enemigos fuera, los tiene dentro y bien arraigados porque nadie ni siquiera la poderosa, buenísima y aristocrática Europa puede encender una vela a Dios y otra al Diablo. Las palabras que pueden definir a la Europa de hoy y desde hace años es: HIPOCRESÍA Y DICTADURA bajo las vitolas del buenismo abyecto y de una democracia pervertida.

No se equivoquen señores dignatarios de Europa, nadie amenaza a este antiguo continente que ha devenido a lo largo de los siglos en el parque temático del mundo. Ustedes con su defensa a ultranza de sus privilegios indecentes, de su buenismo para todo y todos los que nada aportan a la sociedad europea, con su cobardía, con su olvido de los valores cristianos que fueron el origen de aquella Europa que era el mascaron de proa de la civilización, con su hipocresía de sepulcro blanqueado y su blandenguería cuando han de tomar decisiones valientes y eficaces como deberían ya haber tomado ante el conflicto de Ucrania, ustedes si son la amenaza de Europa a la que llevan sin remedio a la nada en el concierto mundial. Y eso es así porque ustedes han hecho de Europa un cortijo con sus señoritos intocables, sus capataces sin sensibilidad y sus jornaleros dominados por una estupidez jamás conocida que se entregan idiotizados a las normas y doctrinas únicas de una socialdemocracia perversa y de un maniqueísmo pestífero que excluye y estigmatiza todo aquello que no se pliega a lo que Bruselas ordena y manda con un tufillo autoritario y dictatorial.

No, no es Meloni quien amenaza a Europa; ni Putin. Ustedes señores dirigentes que desde Bruselas imponen una doctrina única sin permitir ni una sola sugerencia, esparciendo un olor a dictadura y unas formas autoritarias son los que la llevan amenazando unos cuantos años. Ustedes que, con sus mantras de pacifismo e igualdad; de ecologismo y medioambientalismo han cercenado, han yugulado toda idea orientada al bien común porque no cumple los estándares de la doctrina progresista que protege más a un animal de compañía que al ciudadano del común, que es más permisiva con los que han desmantelado nuestras fuentes de energía en aras de un falso ecologismo de salón, abocándonos a una situación de economía de guerra al tener que pagar a precio de oro lo que otros producen sin complejos medioambientalistas. Ustedes y con ustedes la mayoría de los gobiernos europeos más preocupados de la protección de los huevos del águila real, de atender a las necesidades de las mascotas, las sagradas mascotas, de acoger a inmigrantes donde ya no caben ni uno más, de santificar las diferentes sensibilidades sexuales, ya desde niños etc. para dar imagen de progres mientras las necesidades diarias de los ciudadanos pasaban y pasan a segundo plano, son la verdadera amenaza. Esta Europa perdidita por las formas y desnortada en el fondo, ha olvidado a los ciudadanos que con nuestros impuestos pagamos las francachelas, los lujos, las sinecuras y toda la lista de privilegios de sus dignatarios, sus gobernantes, sus amos y los miles de funcionarios que trabajan más por que se respete a las ballenas o las focas que por evitar sequías devastadoras, guerras estúpidas y pandemias de millones de muertos.

No, no es Meloni, ni la ultraderecha, ni Putin, ni el Brexit los que amenazan a este continente que antaño era el espejo donde se miraba el mundo, el que amenaza está dentro, lleva muchos años dentro y está formado por esos señores que solo saben hablar vacuamente y terminar una reunión sin haber acordado nada salvo fijar la fecha para la próxima reunión.

MAROGA

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