OPINIÓN

Manuel del Rosal: «Carta abierta a Meritxell Batet»

Manuel del Rosal: "Carta abierta a Meritxell Batet"

Sra. Batet, permítame dirigirme a usted y a través de usted a todos los diputados del Congreso que usted preside.

Por mucho que se quiera ocultar la miseria moral, la ruindad y la mezquindad; la falta de sensibilidad hacia los más desfavorecidos, el desprecio a la situación de millones de ciudadanos por parte de quienes dicen trabajar por ellos, siempre hay un momento en el que la condición natural de las personas les traiciona y todo sale a la luz. La subida del sueldo que usted y sus presididos en el Congreso se han aprobado a sí mismos dejan ver lo que realmente defiende – salvo PP y Vox – cada uno de los hombres y mujeres que viven opíparamente de los privilegios que les otorgan sus puestos mientras la ruina amenaza, si no está ya instalada, en millones de hogares.

Desde Sánchez, el presidente del gobierno, ese señor que quiere recorrer España para hacer ver a los ciudadanos que el gobierno que él preside es un “gobierno de la gente” – ¿de qué gente, señor Sánchez? – hasta usted señora Batet, pasando por todos y cada uno de los diputados, incluidos los 23 ministros, que se han aprobado la subida del 3,5% de su sueldo en un momento en el que la economía castiga diariamente a los ciudadanos, han mostrado su verdadera condición natural que ocultan tras la pátina de las palabras huecas, altisonantes y pervertidas. La autoaprobación de esa subida es algo repugnante que a ustedes no le repugna, algo injustificable que ustedes justifican perversamente, algo inadmisible que ustedes admiten porque engorda sus ingresos de por sí ya gordos. Y es que usted, señora Batet, como todos y cada uno de los diputados que se sientan cómodamente en ese Congreso, incluido el presidente, tienen menos sensibilidad social que una mata de habas y la poca que les ha quedado se le ha enquistado a la altura del ombligo y no llega hasta el corazón ni hasta el cerebro. Se necesita una gran carga de hipocresía para lanzar a los cuatro puntos cardinales de este país que ustedes trabajan para el bien general, cuando han convertido el Congreso en un patio de Monipodio donde todo tiene un precio y se compra o se vende, no en función del beneficio que van a recibir los ciudadanos, sino en función de los beneficios, sinecuras y privilegios que ustedes van a obtener, como es el caso que nos ocupa de la impresentable, indecente y ruin subida del 3,5% de sus sueldos.
Sra. Batet, usted podrá decir que es legal subirse los sueldos. Yo le digo que siendo legal es asquerosa, repugnante, vomitiva, indecente, obscena por el momento en que lo han hecho demostrando lo que verdaderamente encierran sus pechos y que ocultan tras las poses ante las cámaras y las palabras melifluas ante los micrófonos, ejemplo de una hipocresía brutal de quienes, como ustedes, dicen dedicarse a la política por servicio a los ciudadanos, cuando solo se dedican a ella por obtener privilegios a costa de los impuestos de esos ciudadanos por los que dicen trabajar.

La situación actual que vivimos en España me recuerda aquellos tiempos que llevaron a Miguel Hernández a escribir estos versos:
“Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente, / los que entienden la vida como un botín sangriento: / como los tiburones, voracidad y diente, / panteras deseosas de un mundo siempre hambriento”.

“Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas, / cicatrices y heridas, señales y recuerdos / del hambre, contra tantas barrigas satisfechas: / cerdos con un origen peor que el de los cerdos.”

Nada ha cambiado Sra. Batet, desgraciadamente nada ha cambiado porque ustedes, los falsos profetas del progreso, la solidaridad y la igualdad, buscan lo mismo que aquellos poderosos de capataz y látigo: poder y privilegios a costa de los jornaleros de hoy.

MAROGA

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