OPINIÓN

Pedro Manuel Hernández López: «Consejos vendo…que para mí no tengo» (II Parte)

Pedro Manuel Hernández López: "Consejos vendo…que para mí no tengo" (II Parte)

Como comentaba en la primera parte de este mismo artículo, refiriéndome a que Nadia Calviño –al final ante las críticas y el revuelo originado por la información facilitada por “El Debate”, respecto a lo que nos cuesta mantener al equipo ministerial en esas “soluciones habitacionales” en plena cresta de la ola energética– se ha dignado detallar el gasto que nos supone mantener en perfecto estado de revista su vivienda oficial, propiedad del Estado, en un edificio externo al Ministerio de Economía.

No ha sido esta la actitud de sus cuatro compañeros y titulares de Hacienda, Exteriores, Cultura y Trabajo – Mª Jesús Montero, José Manuel Albares, alias “Napoleonchu”, Miquel Iceta, alias “El ministro bailarín” y la coruñesa de Fene” Yolanda Díaz, respectivamente—que ocupan también zonas privadas en sus sedes ministeriales bajo el epígrafe de “soluciones habitacionales” (lo repito para que no olvidemos el gran aporte lingüístico que hizo la Sra. Trujillo a la RAE) lo que les comporta la gratuidad total de los recibos que le sirven para calentarse en invierno, refrescarse en verano e iluminarse todo el año.

Todos, sin excepción, argumentaron que era inviable distinguir su consumo del de las demás dependencias ministeriales, quizás porque no les preocupa ni les importa demasiado al amparase en el recién aprobado Anteproyecto de “Ley de Información Clasificada” –tramitado en plena canícula de agosto, por la vía sanchista de urgencia y que sustituye a la antigua Ley de 1968 sobre secretos oficiales. Esta Ley –que solo puede y debe servir para proteger la defensa y seguridad del Estado durante un período estrictamente necesario y justificado– es posible, que les sirva para amparar sus privilegiados status sociales, sus elevados salarios y esos gastos que llevan por la calle de la amargura a las familias españolas.

Resulta altamente jocoso –cuando no curioso e incluso vergonzante—que aunque sea legal Calviño use una vivienda oficial-pública “gratis total”, teniendo un lujoso casoplón de más de 300 metros cuadrados en Mirasierra, una de las urbanizaciones más caras y lujosas del norte de Madrid y que la compró a través dos testaferros para ahorrarse el pago de impuestos. Esta actitud – que es tan legal como el uso de la vivienda en la que reside, según el criterio de Hacienda– choca frontalmente con la opinión de Sánchez, secretario general del PSOE, que decía, cuando aún no era presidente: “Si un responsable político crea una sociedad interpuesta para pagar la mitad de los impuestos que debe pagar, esa persona, al día siguiente, estaría fuera de mi Ejecutiva”. Refraneemos de nuevo…señor Sánchez, pues…“Obras son amores y no buenas razones”.

Aparte de ese lujoso casoplón, su patrimonio actual en efectivo sin deudas ni hipotecas ronda los 335. 000 euros, según consta en su última Declaración de Bienes en el BOE en mazo de 2021. En esa misma situación negativista de blanquear los gastos a la opinión pública está Mª Jesús Montero, alias “La farruquita de Triana” y titular de Hacienda. Ella, a parte de un sueldo anual de 74.858,16 euros, posee en propiedad –según declaró en el Congreso en 2019– tiene en propiedad al 5%: “tres viviendas, tres” (como en tauromaquia: 6 toros 6), un local comercial y un garaje, todo en Sevilla. Esto no le ha impedido que hace escasos días, nos aconsejara –desde su millonaria y privilegiada posición, casi a grito pelado y como si estuviera vendiendo pescado en una plaza de abastos de barrio– utilizar “edredones más fuertes y gruesos” contra el frío. Solución que ella no necesita al tener garantizado “un humilde pisito” con abundante y generosa iluminación, calefacción y aire acondicionado, todo de “bobilis, bobilis”, es decir, a coste cero pelotero.

En la misma línea negacionista e incoherente tenemos a la rubia coruñesa de Fene, Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo, la fundadora de “MAS” a secas, la de la inteligencia cromática, los looks monocolores y los tonos muy luminosos en perfecta combinación con sus vestidos sin mangas, ceñidos al cuerpo y asociados al estilo “working girl” y, que también reside en esos espacios públicos libres de gastos hipotecarios y de alquiler. La diferencia es que ella cuenta con la mayor “solución habitacional” oficial de todo el Gobierno: 443 metros cuadrados solo para ella. Todo esto, por supuesto –muy a tono y en consonancia con la ideología comunista y marxista que viene practicando desde que la bienbendijo el “culomuyao” Santiago Carrillo, marqués de las “sacas” de Paracuellos del Jarama, en su más tierna infancia—no le impide abanderar y publicitar la ideología que tantas muertes y miserias lleva cosechando en todo el mundo a lo largo de la historia.

La lujosas comodidades de las que goza –no la mujer hermosa del terrateniente, como en la canción “El Cristo de Palacagüina”, de Elsa Baeza en el 76—nada tienen que ver con los altruistas y sociales principios de su idolatrada doctrina, pues desde su atalaya de 443 metros le será más fácil venerar a Lenin y honrar a Stalin que desde las humildes VPO de la clase trabajadora, de la que tanto se jacta en proteger. Estos comunistas tienen mala memoria y, como siempre se olvidan de la segunda parte –que siempre es la más interesante—de su mántrica máxima: “Todo para el pueblo”…”pero sin el pueblo”, conviene recordárselo de vez en cuando, como aviso a navegantes.

Menos mal que, a pesar de oponerse a que estos gastos salieran a la luz pública, en esta ocasión no han tenido la desvergüenza de ampararse en el mayor cajón de sastre, donde todo cabe, todo vale y al que recurren con muchísima frecuencia y suelen llamar “alto secreto de Estado”, como ocurrió con el mini sueldo de Mª Begoña Gómez Fernández, esposa de Pedro Sánchez, cuando fue nombrada directora “IE África Center”, para promover la innovación, el liderazgo ejecutivo y el desarrollo de proyectos de acción social en el continente. Por cierto, por si no lo sabían, el ignoto sueldo, tras ser declarado “secreto de Estado”, era sensiblemente superior al percibido por Sánchez como presidente y que asciende a 79.756, 68 euros.

Por todo esto y mucho más, creo que en nuestro Gobierno tienen cabida todos y cada uno de los dichos populares del amplísimo refranero español, pero a pesar de que su finalidad es transmitirnos un mensaje instructivo, moral o de sabio estimulando en el individuo o en la sociedad la reflexión moral o intelectual, parece ser que, ya Fedro ( 25 a. C ) en su conocida fábula “El pollo y la perla” (Libro III, fáb.11) nos recuerda y nos previene de ciertos políticos y gobiernos a los que él muy bien describe : (…) “No deis lo sagrado a los perros ni echéis vuestra perlas a los cerdos, no sea que vayan a pisotearlas con su patas y vueltos hacia vosotros os despedacen”.

Y colorín colorado…termino como he empezado: “Consejos vendo que para mí no tengo”.

Pedro Manuel Hernández López, médico jubilado, periodista y ex senador por Murcia.

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