OPINIÓN

Rafael López Charques: «Decimos no»

Rafael López Charques: "Decimos no"

Creemos que este gobierno, al menos así se autodenomina, tiene graves problemas de salud, porque o bien es sordo, o no entiende lo que le están transmitiendo, día tras día, la mayoría de los ciudadanos. El mensaje es muy simple, le estamos diciendo algo muy sencillo y fácil de entender, que no lo queremos.

Es cierto que llegó al poder por un procedimiento democrático, pero a su actuación, en la mayor parte de los casos, puede dársele cualquier adjetivo menos el citado.

La razón es muy clara, impone su mayoría en el congreso a base de los votos comprados con sumisiones y prebendas a partidos antiespañoles. De lo contrario duraría menos que un caramelo a la puerta de un colegio.

Está todos los días pregonándonos lo mucho que hace por la población. Aquí nos surge una duda, pues si la citada son ellos mismos y sus amigos, estamos totalmente de acuerdo, pero si somos los ciudadanos le decimos no.

Desde luego le reconocemos que es un cajón de sorpresas, casi todos los días nos pretende asombrar con una noticia nueva, que al leerla con atención llegamos a la conclusión de que es más de lo mismo.

Hace unos días nos enteramos de que el imprescindible Ministerio de Consumo ha alquilado unas nuevas oficinas en el centro de la capital, suponemos que para ubicar nuevos asesores. Lo no entendible es que se niegue a informar al Consejo de Transparencia del precio del alquiler, alegando “que puede ocasionar perjuicio para los intereses económicos y comerciales a la empresa arrendadora”. Si todo se ha hecho legalmente, ¿qué problemas puede ocasionar? Misterio.

Lo curioso es que de ciertos actos el gobierno no informa, mientras que en los años que lleva en el poder se ha gastado, al parecer, más de doscientos setenta y cinco millones de euros en “política informativa”. Ello nos lleva a pensar que nos dice lo que le conviene, y que mantener medios adictos cuesta dinero.

Debemos dar las gracias a la ministra de la Desigualdad por informarnos, al menos alguien lo hace, de que “el problema de la okupación es un problema inventado, es una agenda de la derecha”. Modestamente nos atrevemos a sugerirle que tenga un cara a cara con alguna de las personas que la están sufriendo, y que tenga cuidado no vaya a ser que la derecha incite a los okupas a instalarse en su mansión.

Quizás no pueda hacerlo por estar muy ocupada en su nueva campaña, a través del Instituto de las Mujeres, denominada “Soy real. Soy auténtica”, en la que al parecer se ha gastado ochenta y cuatro mil quinientos euros de nuestro dinero, mejor dicho tirado, pues por mucho que lo intente nunca logrará que si a un hombre le gusta una mujer rubia, cambie a preferir a una morena, al igual que tampoco cambiará el gusto de las mujeres hacia los hombres. Seguimos diciendo no.

Igualmente decimos no a lo que ya es un secreto a voces. El fugado en Waterloo y sus compinches, están recibiendo a emisarios de “cum fraude” para tratar el tema de la posibilidad de su vuelta a nuestro país, con las mínimas responsabilidades. Así no es de extrañar las maniobras del gobierno para dejar prácticamente en el papel el delito de sedición. Se amparan en este caso en comparar nuestra normativa con la europea, pues bien que comparen, pero todo.

Un diputado morado ha calificado en el Congreso de “usurpadores” y “jetas” a la familia real por el uso del palacio de Marivent. Que nosotros sepamos el segundo cargo del Estado utiliza todos los palacios que quiere del mismo como si fuesen de su propiedad. Decimos no a la actuación de ese político y le recomendamos que antes de hablar mire a su lado.

Dado lo comentado, una pequeña muestra de lo que podríamos decir, no le extrañará al gobierno que digamos no a lo que hacen.

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