OPINIÓN

Anián Berto: «Hay que hablar de personas»

Anián Berto: "Hay que hablar de personas"

Las causas de las muertes de dos niñas, de 9 y 11 años, no podría explicarlas ni su madre que, tras presuntamente matarlas, se suicidó

Es imposible politizar el horror que se ha producido en Quintanar del Rey (Cuenca), y que sufre toda España. Es infinitamente complejo buscar culpables de los hechos acaecidos. Y no lo voy hacer, por respeto, educación y voluntad propia. Ni siquiera he de machacar, una vez más, sobre el espeluznante suceso.

Es más, ni siquiera sirve, periodísticamente, conocer o especular sobre cuáles fueron los motivos por el que una madre, presuntamente, mata a sus dos hijas y después se suicida, más allá de las investigaciones policiales. Creo que es algo que ni ella misma podría explicar. En cambio, pretendo observar el protagonismo que tenemos todos para crear una sociedad enferma, dividida e inhumana.

El poder político y la difusión ideológica

En este sentido hay que culpar a la clase política y legisladora de las degeneración humana. Por su falta de sensibilidad en general. Son irresponsables e inconscientes del daño que producen. Porqué directamente todos dependemos de ellos, en mayor o menor medida, y le adjudicamos el manejo de nuestra salud, trabajo, economía y, en general, nuestra vida.

Sin olvidar qué igual de culpables son los medios de comunicación, (salvo honrosas excepciones), que alientan, justifican y apoyan múltiples actitudes que provocan distorsión pública. En esta ocasión, me da igual que se trate de voluntades compradas o no. Para ser profesional de un micro o una pluma hay que tener condición y calidad humana, y de ahí puede desprenderse la sana intención de unir, crear y compartir.

Aprovechando la enorme influencia mediática, la televisión, la radio y la prensa escrita, debía moderar, exigir y sosegar el fanatismo, el odio y la avaricia que provoca y transmiten nuestros gobernantes. Ni azules ni rojos, ni izquierda ni derecha, mejor gestiones que permita crear trabajo, respaldo social y educación. No se puede ser buena persona pretendiendo pasar a la Historia por desenterrar muertos, o ayudando a delincuentes a volver por la misma senda.

Las ideologías de género impiden hablar de personas

Hay que terminar con las ideologías de género. Es hora de hablar de personas y liquidar las discriminaciones que padecen el hombre y la mujer. En definitiva, la descomposición de la sociedad al completo. Es imprescindible educar contra los fanatismos políticos. La Ministra de Igualdad, Irene Montero, es un claro exponente de esa tenacidad desmedida por separar y propagar odio en la sociedad, a pesar que todos nacemos iguales y morimos por las mismas causas. Somos humanos, cometemos los mismos errores y necesitamos exacto afecto de los demás.

Es cierto, que la intensa pedagogía desplegada, los intereses creados y la debilidad cultural, hacen tremendamente complejo entender que biológicamente es prácticamente igual el cerebro de ambos sexos, los dos están compuestos por el encéfalo, el cerebelo y el tallo cerebral, y son capaces de lo mejor y lo peor a partes exactamente iguales.

La población se muestra crispada, dividida y enferma. Una hecatombe social cómo producto de la avaricia, el dinero y el poder. Ya no hay escrúpulos, los valores humanos han desaparecido y el estrés, angustia y ansiedad se reparten por todas las capas sociales a partes proporcionales y se apoderan de las reacciones de la gente, algunas incivicas y otras inexplicables, incluso ininteligible a la Ciencia o a quiénes llevamos más de 40 años intentando comprender la gestión orgánica del cerebro y su función; la mente.

Anián Berto (C)
Periodista – escritor

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