OPINIÓN

Pedro Manuel Hernández López: «La “otra” memoria histórica: La democracia social-comunista (2ª Parte)»

Memoria historica

Parecía que todo iba más o menos bien y vivíamos en paz disfrutando de un cierto bienestar político, social económico y laboral. Todo empezó en el 2011 con la famosa acampada juvenil «15-M» en la Puerta del Sol y que puso al descubierto las vergüenzas de las principales organizaciones de la democracia representativa española: los partidos políticos. En 2014, tres años después de la acampada de Sol, nacía Podemos , un partido –de izquierdas, de corte marxista y comunista formado por jóvenes perroflautas anti-casta y anti- sistema– dirigido por Pablo Iglesias, uno de los políticos más anti-democrático, antiespañol y anti constitucionalista que ha existido, que hizo saltar por los aires la estructura de partidos surgida de la Transición y que pretende convertir España en una nueva República bananera, al estilo de la Venezuela de Chávez y Maduro.

Estos pseudodemocrátas filomarxistas nos dijeron que todo lo pasado era malo, se autodenominaron «indignados» y al resto nos llamaron «casta». Inventaron problemas donde no los había. Enfrentaron a padres con hijos, mujeres con hombres y homosexuales con heteros. Resucitaron la cainita Guerra Civil ya olvidada, hablaron de cunetas, de fosas comunes, de exhumaciones, de rojos y azules, de buenos y malos, y donde había convivencia, paz y armonía llegó el odio, la desavenencia y la guerra. A los que creaban empleo los convirtieron en explotadores y a los orgullosos de ser españoles en fachas y fascistas. Adoctrinaron a los jóvenes haciéndoles intolerantes y extremistas. Enfrentaron lo público con lo privado. Nos vendieron las excelencias de la sanidad pública y la importancia de una vivienda digna, mientras ellos y sus familias acudían a los mejores y más acreditados hospitales privados y se mudaban a chalets con piscina, jardín y 2.000 metros de parcela en lujosas urbanizaciones privadas.
Pasamos de ser aliados en la UE de USA, a serlo de las bananeras narco dictaduras latinoamericanas. Empezaron a admirar a dictadores abyectos y verrugueros como Chávez o Maduro, junto con el Che o los Castro y, al mismísimo Marx y Lenin, para que nos olvidáramos del orgullo de la Transición y la Constitución del 78, diciéndonos que fue un invento del gran dictador y fascista Franco. Y mientras tanto, nos dijeron que no sabíamos lo que era la libertad ni la tolerancia ni el progreso ni el sexo, como si no hubiésemos sido nunca jóvenes y universitarios. Ellos nos enseñarían todo, porque antes de ellos –los harapientos y perroflautas– no hubo nada. Nos hablaron de tolerancia, pero aparecieron las amenazas y los escraches en cualquier ambiente y a quien no pensase como ellos. También en la universidad. Convirtieron las redes sociales en una pesadilla en la que es mejor estar callado si no quieres que te destrocen decenas de “trolls” con nombre de muñeca.

. Apalear a un policía era un orgullo, utilizar la guillotina una costumbre, meter muertos en ceniceros una gracia y “colgar” jueces libertad de expresión. Saltarse las normas una diversión y okupar viviendas ajenas un derecho constitucional. En esta maravillosa democracia impera el odio, la envidia, el libertinaje y el revanchismo. Los valores para los que fuimos educados brillan todos por su ausencia.

Los actuales partidos políticos y sus respectivos gobiernos, se han olvidado de la Constitución del 78 –el auténtico pacto que selló la unidad de España– y han vuelto a dividir de nuevo a los españoles. Han barrido de la escala social a la sufrida clase media y están tratando de abolir nuestra Monarquía Parlamentaria.

España –en bancarrota política, económica, moral y social– ha perdido todos sus valores constitucionales, su libertad, su unidad y su democracia. Tenemos un Gobierno, que en aquella época, se le habría aplicado la «Ley de Vagos y Maleantes. Impera el odio, la envidia, el libertinaje y el revanchismo. Los valores para los que fuimos educados brillan todos por su ausencia. Desde aquel 2014 todo ha ido a peor. Nos habéis enfrentado y dividido. Tenemos muchos más problemas que en aquella terrible dictadura y nos habéis instalado en el caos democrático. Nos habéis traído la peste social, política, moral y económica. Vinisteis como las ratas, de noche y de las cloacas, por eso, podéis iros por donde vinisteis. Cuando os echemos para siempre del Gobierno de España, marchaos con vuestros amigos los narco dictadores latinoamericanos y al salir, cerrad bien la puerta, por el bien de nuestra querida España. Y, por favor, no nos castiguéis más y nos amenacéis con meternos en la cárcel por gritar a los cuatro vientos que con «Franco se vivía mejor».

Pedro Manuel Hernández López, médico jubilado, periodista y ex senador por Murcia

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