OPINIÓN

Anián Berto: «La píldora ilusoria del Ministerio de Sanidad para dejar de fumar»

Anián Berto: "La píldora ilusoria del Ministerio de Sanidad para dejar de fumar"

Las autoridades sanitarias del mundo conocen el terrible efecto del tabaquismo en el organismo humano y las dos vertientes para atajar la adicción. El Gobierno español invierte en la ‘píldora milagrosa’ cómo reclamo electoral y continúa utilizando a los adictos al tabaco

Ni el Champix ni Zyntabac han demostrado ser efectivos para ayudar a disminuir, y menos erradicar, el consumo de tabaco en España por parte de las personas adictas. En cambio, pudieron empeorar las consecuencias que produce el tabaco, ya que en ocasiones continuó el grado de adicción y/o  perjudicaron aún más la salud del enfermo. Ningún medicamento está a salvo de contraindicaciones ni organismo dispuestos a soportarlas.

Es decir; el medicamento Champix, tras la fábula publicitaria política, es retirado después de detectarse, y la OMS lo dictaminó, medicamento con altos niveles de nitrosaminas en la píldora, sustancias cancerígenas, que se añadieron al principal riesgo del tabaquismo: ¡¡ el cáncer !!.

Por su parte Zyntabac deja desabastecido el mercado farmacéutico y desaparece, con igual resultado de efectividad e incógnita sobre sus efectos contradictorios a la salud del paciente. No sirvió.

A la tercera tampoco irá la vencida

Ahora, los concienzudos y poco meticulosos, políticos gubernamentales del Ministerio de Sanidad, de Carolina Darias, parecen convencer que a la tercera va la vencida para que los fumadores compulsivos dejen la adicción. ¿La estrella?; Todacitan. Pero, no se va a las verdaderas causas que protagoniza el tabaco.

Están creando otro motivo ilusorio, no para dejarlo, sino para seguir fumando. Así que, tampoco a la tercera se conseguirán los objetivos que aparentemente se persiguen (desgraciadamente). Ellos lo saben, y quién suscribe en muchas ocasiones intenta recordarles o sugerirles, apelando a una experiencia de casi 43 años tratando con este tipo de adicción y las características de esta enfermedad.

Un medicamento con propaganda y financiado

La propaganda es espeluznante, los informativos, telediarios y artículos de periodistas avezados se jactan de anunciarlo; ‘El gobierno subvenciona un medicamento para dejar de fumar’, dicen. Mientras el consumidor dispuesto a dejar de consumir crea un halo de esperanza y salvación, en su salud y el bolsillo, porque el gobierno les ofrece pagar casi la mitad de su precio. Antes de ser la ‘panacea’, Todacitan en farmacias rondaba los 198 €, pero por gentileza de estos ‘expertos’, ahora las arcas públicas lo reducen a 120 € p.v.p. Qué no está mal, pero si la inversión redundara en un beneficio público real, y no en un nuevo plan de rédito político, manejando, una vez más, las escasas posibilidades de maniobra de unos enfermos imposibilitados y enfrentados a su propia decisión para terminar con su ‘peor enemigo’: El tabaco.

Eso sí, este fármaco se dispensa bajo receta médica y ateniéndose a las consecuencias de un largo relato de contraindicaciones y narrados en su prospecto y según advertencia de la Agencia Española de Medicamentos. Entre ellos, una retahíla de precauciones.

Si su salud es perfecta, seguro que no fuma

Textual, según prospecto: ‘Todacitan debe utilizarse con precaución en caso de cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, hipertensión, aterosclerosis y otras enfermedades vasculares periféricas, úlcera gástrica y duodenal, enfermedad por reflujo gastroesofágico, hipertiroidismo, diabetes, esquizofrenia, insuficiencia renal y hepática’, entre otras, según advierten desde la Agencia Española de Medicamentos. Está claro, el consumidor debe tener una salud de hierro para tomar Todacitan, pero si fuma de manera compulsiva (dato indispensable) es muy probable que se identifique con alguna enfermedad advertida y citadas anteriormente.

La solución: ¿Qué tipo de enfermedad es y cómo atajarla?

Una vez más, y no me cansaré de intentarlo, dejo claro que ser fumador (más de 10 cigarrillos/día), no es ser un vicioso, ni un insensible, tampoco una persona débil. Se trata de un enfermo, es alguien que por múltiples circunstancias se convirtió en adicto. No se trata de una adicción cualquiera, una vez que se comprende que cuenta el cigarrillo con innumerables aditivos para hacerle dependiente. Queda claro que nos encontramos frente a los productos más adictivos de cuántas drogas psicoactivas existen, y no sólo escribo respecto a la nicotina, qué también, sino al papel, al gas o insecticidas, pasando por edulcorantes y productos químicos para que el olor del humo sea asequible al olfato humano. Cómo lo ve?

La mente, es cómo el aire, no se ve ni se toca, pero mueve las ramas del árbol (Anián Berto)

La voluntad del fumador se ve atrapada por las sustancias más virulentas, le crea una horrible intoxicación y le provoca la peor dependencia, perdiendo su libertad de decidir y calibrar las mortales consecuencias que pueden producirle el tabaquismo.
Es cierto que algunos fumadores escapan de las garras del tabaco sólo con una frase: ‘Hasta aquí ha llegado’, tiran el cigarrillo y hasta la fecha. Así 20 o 30 años sin fumar, o más. Pero, este grupo de personas no les llamo fumadores, o quizá se liberan por no ser su droga mortífera, sus organismos no se dejan identificar o su sistema inmune les previene adecuadamente. Lamentablemente ese efecto positivo no sucede en la gran mayoría de personas, por lo que es evidente la necesidad de apoyo técnico y profesional.

Hipnosis es clave, se necesita ayuda

La jaula es tupida y enredosa para la gran mayoría de los fumadores, que nunca observa que el consumo va a menos, al contrario tiende a aumentar conforme la intoxicación es mayor. Tanto es así, que el consumidor tiene capacidad para autoengañarse, crear argumentos ilusorios y recurrir a pretextos contrarios a la realidad. La mente comienza a distorsionar con respecto a la conciencia consciente y se enfrenta a un estado permanente de ansiedad, pérdida de memoria, insomnio, inestabilidad orgánica y debilitamiento del sistema inmunitario. Es, por tanto, daño físico y psíquico. Dos vertientes que hay que atajar al mismo tiempo.

Una vez hecho un escueto resumen de los ataques del tabaco a la salud humana, espero dejar claro porque una píldora es difícil que termine con el tabaquismo. Por una parte, quién recurre a la ayuda es por motivos obvios. Aún es consciente que no puede con la droga, ya que de una parte puede padecer una grave intoxicación y por otra el desequilibrio mental, que la maneja el individuo. La mente está adiestrada (programada) para encender el cigarrillo, uno detrás de otro. Es importante motivar, incentivar, crear ideas realistas y mentalizar al enfermo a través de sugestión hipnótica, a fin de revertir esas otras de desesperanza, imposibilidades, actitudes negativas o negadas para crear disposición de voluntad. No de ‘fuerza de voluntad’, ya que a la fuerza tampoco se consigue nada. Con sentido común, evidencias y, sobre todo, la autoestima regulada. Fortalecer la voluntad a través del proceso más efectivo y menos invasivo: Hipnoterapia.

Si relevamos al fallecido, por causas del tabaco, por nuevos fumadores, jamás terminará el tabaquismo ni dejará de ser la primera causa de muertes evitables. Ocho millones mueren en el mundo cada año por el tabaco, y de esos, 50.000 son españoles. Hay que prevenir, crear talleres en los colegios (entre 7 – 9 años), ofrecer experiencias, brindar el conocimiento necesario a los niños para que jamás aspiren humo tremendamente intoxicado y no permitir arruinar sus vidas. El tabaco no aporta nada, en cambio pones en juego la salud, la tuya y de los demás. Ah, y no sirve ‘FUMAR MATA’, es una prohibición permitida, mejor ‘MANOS A LA OBRA’, con predisposición leal y fiel servicio público al ciudadano. Usted ya sabe !!
¿Se harán cargo las autoridades sanitarias, de verdad?.

Anián Berto (C)
Hipnólogo Clínico
Periodista – escritor

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído