OPINIÓN

Manuel del Rosal: «Los lugares más peligrosos del mundo»

Manuel del Rosal: "Los lugares más peligrosos del mundo"

A veces me he preguntado qué aspecto tendrían los Diez Mandamientos si Moisés los hubiese pasado por el Congreso de los EE. UU.”, Ronald Reagan

Yo añado: por cualquier Congreso de cualquier país

La isla de Queimada en Brasil, El lago hirviente (Dominica), Depresión del Danakil (Etiopía), Oymyakon (Rusia) y Las puertas del Infierno (Turkmenistan) son cinco de los lugares más peligrosos del mundo para el hombre. En ellos ningún ser humano puede vivir. Pero uno se puede librar de ellos con tan solo no penetrar en sus mortales tierras. Sin embargo, hay lugares mucho más peligrosos cuyas venenosas consecuencias no podemos evitar, aunque nunca penetremos en ellos. Esos lugares letales están en los lugares más modernos y civilizados del planeta. Fundamentalmente se ubican entre estados Unidos y Europa.

Los lugares más peligrosos del mundo, al contrario de lo que se puede pensar, no están en países alejados de la democracia, ni en lugares alejados de la civilización, ni en las simas más profundas de los mares, ni en las entrañas más oscuras de la tierra; los lugares más peligrosos del mundo están situados en las entrañas del mundo al que llamamos civilizado.

Dos lugares se llevan la palma en esto de ser los más peligrosos del mundo: Davos y Leiden. Para quién no los conozca les diré que Davos es la ciudad suiza donde en enero de todos los años se reúnen los mandatarios mundiales para decidir los mecanismos que van a marcar el próximo año, mecanismos orientados a aumentar sus riquezas y a elevar el número de pobres y aumentar su pobreza. Leiden es la ciudad holandesa donde tiene su sede el Club Bilderberg formado por quienes dominan el mundo y que llevan décadas intentando establecer un gobierno único mundial para hacer de la tierra y de los ciudadanos un cortijo para ser explotado a su antojo. Para mí son los dos lugares más peligrosos del mundo. Alrededor de estos dos lugares giran como satélites los demás lugares peligrosos para la tierra y para los ciudadanos de cualquier país: son los Congresos de donde salen las leyes que nos gobiernan, leyes que, primero, han de recibir el visto bueno de Davos y Leiden. Esto es así porque las decisiones que salen de los Congresos de cualquier país van encaminadas a poner alfombra a las maquinaciones que se muñen en Davos y Leiden.

La diferencia entre los lugares más peligrosos de la tierra y los Congresos de los países es que, en esos lugares mencionados arriba no puede entrar, menos vivir, ningún ser humano y en los Congresos se hacen leyes para que los ciudadanos no puedan vivir fuera del Congreso.

El complejo geotérmico de Dallol, situado al norte de Etiopía, ha sido calificado por los científicos como el lugar más peligroso e inhóspito de la Tierra. Según los investigadores, se trata de un área donde las nubes de gas tóxico generan un ambiente incompatible con la vida. Estos científicos no han vivido durante una sola jornada en el hemiciclo de cualquier Congreso de cualquier país; si así lo hicieran comprobarían cómo Dallol es un lugar paradisiaco en comparación con el Congreso. Al fin y al cabo, los seres humanos nos libramos de Dallol con solo no permanecer en ese lugar. No sucede lo mismo en los Congresos, de cuyas leyes no podemos evadirnos los seres humanos.

No se engañen, hay lugares mucho más peligrosos que los que se escalonan a lo largo de la geografía de la Tierra, y estos son las sedes donde se gestiona la política y las finanzas del mundo. Que Dios nos libre.

MAROGA

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