OPINIÓN

Juan Pérez de Mungía: «Juego de tahures»

Juan Pérez de Mungía: "Juego de tahures"

Sánchez es un experto en el arte de la mendacidad hasta el punto de confundir a propios y extraños en ese juego del fullero que representa la mejor composición escénica de la lenta cocción de la rana hasta la ebullición. Siempre empujando un poco más en un proceso, en movimientos en apariencia imperceptibles, que concluirán con la descomposición definitiva del Estado Social y Democrático de Derecho que consagra nuestra constitución. Diluido en un estado confederal insostenible política, jurídica, y económicamente. Un especie de mosaico de barrios de Molenbeek donde la desconfianza reina del modo que describiera Anthony Pagden en el reino borbónico de Nápoles origen de la mafia. Administrar la desconfianza para prevalecer sobre todos. No hay pactos mas sólidos que aquellos que contraen los gánsteres en el reparto del territorio.

La guarida del lobo de Moncloa está trufada de esbirros con la misma disposición que su sátrapa, un selecto compendio de delincuentes, usufractorios de prebendas y cargos, que juegan al artificio democrático mientras se esmeran minuto a minuto en un ejercicio de simulación de competencia en un Estado en descomposición facilitada por la indigesta moderación de Rajoy, y los errores sistemáticos de los bisoños Casado y García Egea amparando la deriva posterior del tumultario traficante de Maduro, Raul Morodo mediante, Rodriguez Zapatero, hasta llegar hasta este dictadorzuelo de libro. ¿Qué Felipe podría pedirle contención y sentido de la responsabilidad a un tahur como Sánchez, tan carente de escrúpulos? ¿Existen reservas suficientes para actuar contra esta suerte de criminales impunes y autoexonerados? ¿Quosque tandem abutere, Catilina patientia nostra?

Podemos observar este juego de tahures en dos escenarios simultáneos. De una parte, el contexto político en los que se juega la amnistía con los mismos que obtienen su autoridad de la democracia constitucional. De otra parte, la cesión de recursos que amenazan la viabilidad de la democracia hasta incendidar las calles.

Sánchez pacta con esos mismos diputados elegidos en una democracia representativa que les dá cobijo y poder, mientras venden en el mundo, la falacia de la represión del Estado que les abona sus emolumentos. Dos meses despues, la montaña parió un ratón. Nada concreto o real. Excepto, mero dibujo de las discrepancias, y transferencias de soberanía. Un actor desaparecido y prófugo pacta su supervivencia como árbitro político para librarse de la cárcel y volver en olor de multitud. Un filibustero ágrafo y plagiario como presidente in pectore vendiendo a su madre. Se debate una amnistía que bajo la especie de una persecución por razones políticas pretende alcanzar a terroristas y blanqueadores de crímenes, narcotraficantes, malversadores de fondos públicos y prevaricadores, delincuentes de la corte de Pujol que ve, en su senectud, el triunfo de su política de boutigué. Sánchez, vés a pastar fang.

Nada de esa amnistía podrá resistir al reproche criminológico si pretende substituir la exclusividad jurisdiccional del sistema judicial para entregarla al juicio de esbirros comunistas y podemitas, en alianza creciente con el islamocomunismo. Tampoco podrá ser nación Cataluña con efectos jurídicos que no interesan ni incluso a quien promueve un referendum que perderían. Puigdemont y Sánchez son dos tahures mafiosos que se necesitan, pero ninguno se cree lo que a ese respecto firman. Si Puigdemont trata de evitar la cárcel, Sánchez, socio de Costa, enriquecido con el litio a costa de las políticas climatológicas, es un político corrompido hasta los tuétanos. Los límites de su corrupción nos es desconocido. Quizás Mohamed VI confiese finalmente.

Sánchez busca una salida que evite su procesamiento. Trafica con los cargos para premiar o castigar según le convenga para manejar a sus súbditos. Tengan cuidado aquellos que le voten si quieren evitar ser procesados por cómplices. La trampa saducea de Sánchez calienta la sangre, en una trágica rememoración de la guerra civil. Ya reconocemos a todos contra los que levantarnos. Esperemos primero la orden judicial de detención.

Como cláusula de salvaguardia, la cesión de recursos públicos hasta el infinito de una singularidad imaginaria, de miles de millones de euros y transferencia de competencias que también se conceden a aquellos que recogieron las nueces del árbol del terrorismo etarra. Qué poco se acuerda el PNV como pactó con Franco el exterminio de la resistencia residual vasca. Quizás las aduanas ferroviarias permitirán a esos canallas obtener un beneficio secundario. Toda suerte de criminales desde el racismo fascista catalán hasta el comunismo conviviendo bajo el mismo paraguas peronista de Sánchez.

Sánchez reparte una caja vacía repartiendo una hoja de ruta para la destrucción del entramado institucional para hacer de España un estado fallido, jurídica y económicamente insostenible e inviable. Cataluña y Pais Vasco tan dispuestos a que sus privilegios y pensiones sean pagadas por el resto de España, con Madrid a la cabeza. El perdón de sus crímenes, la condonación de sus deudas y la gestión de la caja de la Seguridad Social construida sobre las espaldas de los xarnegos e indefinidos no fijos de la España de menor renta. ¿Podrán seguir estos delincuentes financiando a los sindicatos mafiosos?. Quizás los burócratas de Bruselas aspiren a prevalecer en una progresiva balcanización nacionalista de Europa, razón de las guerras mundiales. De ahí su silencio. Lo único cierto es que Sanchez ha firmado como presidente a riesgo del exterminio de lo que le es ajeno. A tan miserable condición ha venido a traer el socialismo al Estado-Nación mas antiguo de Europa. ¡A la calle que ya es hora de pasearnos a cuerpo!

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