OPINION

Victor Entrialgo: » Las familias del Estado»

Victor Entrialgo: " Las familias del Estado"

El Estado está compuesto de familias. De familias con carnet. Pero luego viene el reparto y la colocación en las instituciones o empresas favorecidas donde el marido coloca a la mujer, el cuñado al sobrino y el suegro al yerno, incluido el chófer. La tribu, la gente, el clan. De estos casos hay miles. Es el reparto.

Son cabilas como en el norte de Africa y seguimos siendo endogámicos porque no hay control, pero en lugar de colgar, al menos de momento, acuerdan sustituirse de vez en cuando. Salvo cuando llega un necio emperador y la tribu subvencionada y poco desarrollada permite la tiranía durante un tiempo.

En España, a diferencia de otros paises donde los ciudadanos apenas conocen a su primer ministro, nos desayunamos y acostamos con la política pero, paradójicamente, no hay cultura política de libertad y democracia ni de la otra, ni bibliotecas, ni ateneos, ni charlas, ni cultura, ni hobbies, ni siquiera medios que lo propicien, para hablar luego en la calle de fútbol o de política por orden, divertidamente, como Dios manda, por el placer, no de imperar, sino de debatir. Somos así.

Por eso las familias del Estado, con toda la parentela colocada, son la vuelta a «la gens Romana», organización social anterior a la formación del estado-ciudad. Un conjunto de familias que descendían o creían descender de un antepasado común vinculadas por un parentesco más o menos lejano. Unas familias que tenían sus divinidades, sus costumbres y su territorio.

El problema es que los socialistas están cargándose todo eso, dando un paso más. Y el problema es el paso más. Después de decir que éramos libres e iguales, de criticar a «los señoritos», vinieron ellos con los ERES, el escándalo más grande de la política española y con la cara más dura que el cemento armado y un cinismo hipócrita e incalificable han hecho el cortijo mayor, la aristocracia más grande y la farsa inacabable.

Y ya sea porque aquí nadie asume obligaciones cívicas ni cumple deberes si no hay sanción o porque aquí no ha habido nunca una revolución, el parentesco covachuelista es cada vez más grande, sus costumbres son cada vez más pobres, el territorio está cada vez más puesto en cuestión, y el pueblo tolera como jefe a un cretino de una de las gens, el más gilipollas de todos, que está ahí de carambola y que con tal de seguir gobernando se ocupa sólo de dividir a los españoles y patrocinar a todos los enemigos de la Nación.

Victor Entrialgo

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído