Parece que estamos jugando, divirtiéndonos con una bola de nieve, algo que muchos habrán hecho estos días, dado el tiempo que tenemos, y como es sabido cuanto más rueda la bola, más aumenta su volumen.
Se nos viene este pensamiento porque nos da la impresión de que en nuestro país hay gente muy importante, que está jugando o por lo menos tenemos la fundada sospecha de ello, con unos hechos que atañen a todos los ciudadanos, como si fuesen bolas de nieve. Que rueden, ya pararán. Simplemente hay que apartarse de su camino, y ya se estrellarán y desharán.
Visto así parece muy sencillo, pero ¿y si no pueden apartarse y se estrellan contra ellos mismos? Deberían de tener en cuenta que el camino que recorren somos los ciudadanos, y que estos estamos tan hartos que vamos a empezar a ponerles zancadillas, a ver si de una vez la bola los arrolla a ellos mismos y nos dejan tranquilos, que bien merecido lo tenemos con lo que llevamos aguantando.
Estos días ha saltado el tema de las mascarillas y los negocios hechos con ellas. Si son cierto en todo o en parte son rumores, aunque ya sabemos que “cuando el río suena, agua lleva” estamos ante unos hechos que no tienen nombre. Aprovecharse de una urgencia sanitaria grave para meter dinero en el bolsillo. Encima, en paralelo, tenemos que aguantar que nos cuenten lo mucho que les importamos. Hasta puede ser que sea cierto, siempre y cuando esa importancia les proporcione ingentes beneficios. Que luego resulta que las mascarillas son pésimas y acaban arrinconadas en cualquier cuarto, da igual, su objetivo primordial que era proporcionar dinero lo han cumplido.
Ahora nos explicamos la razón de que el desgobierno votase recientemente a favor de Frankfurt en detrimento de Madrid, como sede de la Autoridad Europea de Lucha contra el Blanqueo de Capitales y la Financiación del Terrorismo. Nuestro propio presidente votó en contra de traer ese muy importante organismo internacional a nuestro país. Increíble pero cierto. Solo se nos ocurre un motivo, triste para nuestra nación, pero coherente, cuanto más lejos estén órganos de control en los que no puedo mangonear, mejor.
Hablando de mangoneo, nos llega la noticia de que “cum fraude” y sus compadres estudian el pedir una prórroga en el Congreso para seguir negociando la ley de amnistía. Es decir, para ver la manera de seguir cediendo a todo lo que les piden. Así es, lo nunca visto, pero con estos elementos tenemos que acostumbrarnos a todo. Si nos gusta bien, si no nos gusta bien también. ¿Quiénes somos nosotros para opinar en contra?
Nos sorprende también la convocatoria de este año para el cuerpo diplomático. Según parece se han eliminado temas muy importantes para conocer la realidad de nuestro país. Creemos que es un grave error. Toda persona que representa una nación fuera de sus fronteras debe conocerla bien. Parece que se ha extendido la idea que priva en los estudios de bachillerato, que España no existió hasta hace un par de siglos De todas maneras no debemos preocuparnos, ahora para diplomático vale cualquiera, el principal mérito es “ser amigo de”. Prueba de ello es que ha sido nombrado embajador alguna persona que no tiene ni una licenciatura, lo que degrada al cuerpo.
Aún así hay que reconocer que debemos darle las gracias a “cum fraude” y compañía. Para divertirnos ya no tenemos que ir a un parque de atracciones o similar, tan solo con enterarnos de lo que pasa en nuestro país nos tronchamos de risa. Lo triste es que las consecuencias las pagamos no solo nosotros como personas, sino también nuestros bolsillos, pero seamos buenos y aplaudamos, que es nuestra obligación.