La sociopatía es uno de los trastornos de personalidad más difíciles de tratar. Esto se debe a la mínima conciencia de su trastorno de quien lo padece.
El caos reina en todas partes porque los desalmados y los psicópatas ya no son lo que son realmente: criminales. Ahora son perturbados mentales, víctimas de hogares destrozados o individuos privados de cultura. Pero no olvidemos que los mayores desalmados y psicópatas no están entre estos, sino en los pertenecientes a las castas dominantes en las que se gestan la mayor cantidad de gente con trastornos de la personalidad, también llamada sociopatía, a la que suman una crueldad inhumana característica de los desalmados. Y para desgracia de nuestro mundo y de nosotros, los que tienen en sus manos su dirección y gestión, en un porcentaje aterrador son unos sociópatas y unos desalmados. Para confirmarlo basta con echar una ojeada a esos líderes, a sus planes y al resultado cotidiano de esos planes.
Un sociópata es aquel que muestra los síntomas siguientes: falta de empatía y de sentimientos hacia los demás, comportamiento manipulador y seductor; incapacidad para mantener relaciones personales duraderas, baja tolerancia a la frustración y tendencia hacia la agresividad, adobado todo esto con falta de remordimientos o culpa por sus acciones. Si a todo esto unimos que pueden actuar durante mucho tiempo mostrándose carismáticas y encantadoras, nos encontramos con un psicópata sociópata.
Según el profesor Vicente Garrido de la Universidad de Valencia, que lleva 30 años estudiando la criminalidad, “Los psicópatas son los seres humanos más peligrosos que existen. La mayoría vive entre nosotros y saben muy bien ocultar sus delitos”
Los podemos encontrar en el trabajo, en la familia, en los amigos y vecinos; puede serlo desde el CEO de una multinacional del petróleo hasta el camarero que nos sirve en el bar que solemos frecuentar. No distingue entre sexos, tanto las mujeres como los hombres son un peligro cuando están dominados por esta patología endemoniada.
Se calcula que un 2% de la población son psicópatas sociópatas, pero en los puestos directivos, de poder empresarial y político, este porcentaje se multiplica por 10.
¿Hay defensa frente a estos especímenes de la especie homínida? Quiero decir ¿Hay normas y protocolos establecidos para detectar a estos depredadores sociales? La contestación es NO. En la mayoría de las veces son descubiertos cuando el daño está hecho, cuando es irreparable. Dicen los expertos que tan solo nuestra intuición nos envía señales y avisos que debemos siempre tener en cuenta y saberlos interpretar. Ese hombre o esa mujer que, ante nosotros, aparecen poseedores de un carisma y un encanto superlativo, a nuestras espaldas y cuando más confiados estamos, nos engullen, sin la más mínima piedad ni sentimiento, ni mucho menos arrepentimiento. Pero no vayan a creer que los oscuros, herméticos y reservados, los que carecen de carisma y encanto, o no los usan; esos a los que solemos llamar “raros”, son más de fiar, no es así ni mucho menos.
Hemos dicho que el mayor porcentaje, con diferencia, de psicópatas sociópatas pertenece al mundo donde se gestiona el poder y la codicia, es decir, en el mundo de la política, empresarial y de las finanzas, deberíamos hacernos una pregunta que, desde hace años y dada la actuación de quienes ejercen en esas parcelas de la sociedad, debería haber sido analizada: ¿Está el mundo, estamos nosotros bajo la férula de unos psicópatas sociópatas que nos van a llevar a rastras hasta el abismo? Si esta pregunta estuviera hecha, para contestarla bastaría analizar psicológicamente las mentes de esos hombres y mujeres que ostentan el poder aplicándole el reconocido Test Robert Hare. Son 20 items (preguntas). Si sienten curiosidad, busquen en Internet y entren en el test, se van a sorprender de cómo una mayoría de los presidentes de los países que conforman la UE y sus funcionarios, además de los presidentes de otros países no pertenecientes a la UE, podrían ser catalogados como psicópatas y sociópatas.
Termino con una frase del creador de este test, El canadiense Robert Hare: “Él te elegirá, te desarmará con sus palabras y te controlará con su presencia. Te deleitará con su ingenio y sus planes. Y cuando haya terminado contigo, te abandonará y se llevará tu inocencia y tu orgullo”
Trasladada esta frase a la política dice así: “Te manipularan, te desarmarán con sus palabras melifluas, te prometerán un mundo donde habrá una paz para siempre, donde las fuentes manen leche y miel. Te adormecerán con sus palabras, te controlarán con sus métodos de control. Te deleitarán con sus ingeniosas frases. Y cuando hayan conseguido tu voto, te abandonarán a tu suerte”
MAROGA