A Ortega y Gasset no le gusta que jueguen con el gas ni que le suban las tarifas

Elena de Regoyos (Periodista Digital).- El País utiliza una cita de Ortega y Gasset para analizar los 20 años de España en la Unión Europea:

«España es el problema y Europa la solución»

Lo utiliza el editorialista para hablar de la faceta de visionario social del filósofo español, quien, a su juicio, «dictaminó de forma premonitoria» lo que hoy es una realidad para España dentro de la Unión Europea.

Repasa el diario lo ocurrido en estos «20 buenos años» para España dentro de la UE, con los tres pilares fundamentales de adaptación a la Europa existente, inclusión en el mercado único en curso y, luego, a la moneda común:

Es decir, tres difíciles retos consecutivos, acometidos con éxito y con un amplio consenso político y social.

Tras estos 20 años en los que España ha sido una de las «niñas mimadas» de la UE, con inacabables ayudas y beneficios, advierte El País de que se acerca el momento de pasar al otro lado porque «ahora le corresponde a los nuevos miembros, más necesitados, beneficiarse de la política de cohesión económica y social que impulsó España».

Por eso, augura lo siguiente:

Los próximos 20 años en la UE pueden ser aún mejores si sabemos hacerlo bien. En todo caso, serán diferentes.

No olvida el editorialista la que será una de las cuestiones que más definirán este año que entra el debate político y, por tanto, la actualidad informativa:

La Constitución española de 1978 no ha cambiado, y sin embargo, la creciente imbricación en la UE plantea nuevos retos no contemplados antes del ingreso ni del desarrollo de la Unión, entre ellos la articulación, sin duda compleja, entre el Estado de las Autonomías y la integración europea.

Le preocupa también a este diario lo que ocurra con «la guerra del gas declarada ayer entre Rusia y Ucrania»:

Tras algunas semanas de tanteos preliminares, puede acabar afectando a todo el Viejo Continente.

Lo interpreta el editorialista como una prueba más de lo poco fiable que se está volviendo el presidente ruso Vladimir Putin «no ya para Kiev sino para el conjunto de Europa».

La UE, que apostó hace años por el gas ruso, teme, con razón, que las disputas entre Moscú y Kiev, acaben por afectarla vía suministros o vía precios.

En cualquier caso, El País no le da la razón ni a uno ni al otro dirigente, criticando a Víctor Yúshenko -«cuya popularidad está en declive»- que «enarbole la bandera del nacionalismo ucranio y de su pertenencia a Europa frente a Moscú».

Lo que La comunidad internacional debería presionar tanto a Putin como a Yúshenko para que retomen las negociaciones, como este último propuso ayer, y lleguen a una solución razonable.

Dedica también el diario de Prisa un editorial a las «rituales» subidas de tarifas a comienzos de año:

un ajuste de precios que sirve en el mejor de los casos para absorber los crecimientos de costes de los servicios y en el peor para enjugar pérdidas causadas por gestiones ineficientes o subvenciones políticas.

Ya con más tintes políticos se centra en la subida del transporte público en Madrid:

Responde fielmente a esa reconocible política del Partido Popular de prometer grandes obras, titánicas ampliaciones de redes y brillantes infraestructuras para la capital sin mencionar el precio de tanta maravilla -futura, porque en el presente sólo hay zanjas-; precio que se acaba pagando con subidas de los billetes, hasta el 36% en los últimos seis años.

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