Anabel Rodríguez Vázquez
Lugo (Galicia)
Sr Director: Quisiera agradecer y sobre todo dar a conocer la labor de A.D.E.P.A. (Asociación El Defensor del Paciente), y en mi caso en concreto, al abogado Cipriano Castreje y a sus colaboradores, por su paciencia y el tiempo dedicado a mi familia. Asimismo al Hospital Juan Canalejo de A Coruña por su humanidad y buen hacer, como a todas aquellas personas que durante estos años nos apoyaron.
Como consecuencia de un accidente en un circuito de karts, mi hermano de 24 años, sufrió una fractura de tibia y peroné. Trasladado al Hospital Comarcal de Monforte de Lemos (Lugo), se le interviene de la misma. Su estado se agrava, diagnosticándosele una depresión, ¡incomprensible para nosotros….! Tras darle el alta médica, ingresa a las pocas horas en estado comatoso falleciendo a los dos días. Ahora, nueve años después el Tribunal Superior de Justicia de Galicia nos da la razón condenando al Sergas entre otras cosas por: “diagnostico erróneo…”, “no se supieron interpretar los síntomas del paciente…” o “no poner los medios para evitar un desenlace fatal…” etc.
En este caso como en otros similares, no hay dinero que pueda compensar el fallecimiento de un hermano, sólo me queda vivir con los recuerdos y la incertidumbre de que hubiera ocurrido si las personas en las que confiamos nuestras vidas, que hoy continúan con las suyas como si nada pasara, valoraran unos síntomas correctamente. Es tremendamente triste saber que la diferencia pudiera estar entre la vida y la muerte.
