Roberto Bermejo Cuadra
Barcelona
La quema de banderas españolas, fotografías de los reyes y demás signos constitucionales y que representan España, las amenazas de muerte a políticos son más grave de lo que pueda parecer en un principio como simples gamberradas. En las vascongadas, Cataluña y en menor grado en Baleares y Galicia se está constituyendo una mentalidad juvenil-fascista.
Cuando se pone la enseñanza en manos de los nacionalistas el propio estado está haciendo dejación de una función básica. La enseñanza no debe utilizarse para adoctrinar, fomentar el odio y cerrar las mentes al diálogo y a la libertad.
Esos chicos que queman banderas españolas no conocieron el franquismo ni la transición. Es peligroso olvidar o desconocer el pasado. Esos chicos reciben el acicate de sus mayores guerracivilistas. El ejército permanece callado, ¿hasta cuándo?. Es normal que haya una profunda preocupación por parte de muchos españoles. Hay hechos que recuerdan el año 1934 o 1936. La clase política está jugando con fuego por mezquinos intereses. Los medios de comunicación no ayudan lo suficiente. Esta situación debe reconducirse por el bien de todos.
