Dos iguales para hoy

Francisco Segura
Murcia

Sr. Director: «La tempestad es fuerte pero, a diferencia del pasado, tenemos un barco sólido que conoce muy bien su rumbo»

«Ha engañado a todo el mundo. Ahora está recibiendo a todo el mundo y a todos les está diciendo cosas agradables»

Ambas frases han sido pronunciadas recientemente por sendos mentirosos.

Cada una esconde los peores defectos de quienes las han pronunciado. A ambos declarantes se les puede aplicar aquello del “dime de qué presumes y te diré de lo que careces”.

La primera frase, de don J. Luís R. Zapatero, quiere engañarnos por los cuatro costados. Pretende hacernos deducir que la tempestad o crisis está manejada por los elementos, por fuerzas caprichosas de la naturaleza, por EE.UU., luego Zapatero no tendría ninguna responsabilidad en ello. Los culpables estarían fuera de nuestras fronteras, salvo Aznar.

La frase implica, igualmente, que en lo que a Zapatero (rumbo correcto) y a España (barco sólido) se refiere, todo estaría controlado y funcionando a la perfección. ¿Están ustedes de acuerdo?

Al contrario de la frase de Zapatero, la del señor Rajoy no es literalmente una mentira, pero trata igualmente de engañarnos. Es cierto que Zapatero trata de embaucar a todo el mundo, consiguiéndolo casi siempre con casi todos los españoles. Ello a pesar de la experiencia que conseguimos con Mister X. Muchos españoles se resisten todavía a creer que un Presidente pueda llegar a mentirles tanto y tantas veces. No aprenden, o no les importa que les engañen.

La segunda frase, por tanto, no es una mentira literal, pero quiere hacernos creer que los presidentes autonómicos del PP van egoístamente por libres, a lo suyo y, en consecuencia, serán castigados y avergonzados con el engaño de Zapatero. Al parecer no habrían querido escudarse o ser representados por su líder nacional, que teóricamente sabría salvaguardar los intereses de todos los españoles de las artimañas de don J. Luís.

Pero ocurre todo lo contrario. No solo doña Esperanza, para la que don Mariano no es santo de su devoción, sino que tampoco los barones periféricos han querido ser representados por la voz del líder nacional señor Rajoy. ¡Por algo será!

Don José Luís “torea” a Rajoy siempre que le viene en gana. Una vez recibidos los líderes de sus dos grandes graneros nacionales: Los separatistas catalanes y los subvencionados andaluces, el siguiente paso fue recibir a doña Esperanza Aguirre, la que más podría ofuscar a don Mariano, para seguir luego con el señor Camps de Valencia, que en Elche jugó por error la baza del valido en un pretendido nuevo PP centrista.

Si hay alguien con el alias de “engañao” ese es Rajoy, con todo merecimiento. No se me ocurre ningún otro líder que haya cosechado tanta ingenuidad y simpleza ante don J. Luís R. Zapatero. No había vez que pisase don Mariano la Moncloa que, pocas horas después, no resultase evidente que había sido engañado como un iluso. ¿Por qué habrían ahora de creer los barones del PP en el buen hacer de Rajoy?

Tantas veces fue engañado Rajoy por Zapatero, que en Elche quiso pasar, al parecer, de engañado a embustero, destapándose como un advenedizo político, capaz de las peores traiciones para con sus compañeros y su electorado.

Por tanto, en mi opinión, tenemos unos líderes que promocionan la mentira, tal vez como un medio más de potenciar lo laico y anticatólico. ¿Por qué habrían de decir siempre la verdad? ¿Acaso creen sinceramente en el Dios católico? ¿Tienen algunos otros principios creíbles?

Mientras que las mentiras de nuestros gobernantes y políticos sean solo pecado y no alta traición, mi personal consejo es que no votemos más a ninguno de esos dos partidos, que mantienen a sus respectivos líderes troleros.

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