Torcuato Jiménez López
Barcelona
Ante el desespero y la impotencia que ocasiona el tema, creemos que la única solución es el ponerlo en conocimiento de los medios, y concretamente de todos aquellos que entiendan como nosotros que la situación es inaguantable y merecedora de su atención.
Dos de nuestras empresas están siendo objeto de una mala atención por parte de la Administración Pública (Hacienda).
El pasado mes de Enero de 2008 nuestras empresas presentaron la liquidación de IVA como pauta la Ley. Como resultado de esa gestión se deduce que la Agencia Tributaria (Hacienda) tiene que retornar una cantidad aproximada de 8.000.000€ (OCHO MILLONES DE EUROS), correspondiente a la suma de las cantidades a percibir por las dos empresas.
Pasados todos los trámites oportunos, las comprobaciones pertinentes y demás, el expediente cae en la mesa del señor inspector que tiene que firmar el acta. (Sr. D. José Manuel Cruz Yabar en la Delegación de Barcelona de la Agencia Estatal Tributaria).
Si tenemos en consideración el tiempo que la administración necesita para realizar las tareas anteriores y el cumplimiento de unos plazos que vienen marcados; daría como resultado que a finales de Julio deberíamos haber cobrado “la insignificante” cifra expuesta con anterioridad. Pues bien, a 12 de Enero de 2.009 no se ha producido la firma del señor inspector, sin nada que alegar y después de haber estado requerido en infinidad de ocasiones por los abogados a los que hemos tenido que contratar para reclamar el pago del importe; evitando así que por “descuido” no se firmaran las actas.
No nos tenemos que preocupar, ya que en palabras del propio inspector, acabará firmando; y sobre la demora en el pago tampoco habrá problema ya que nos pagaran un interés que ronda el 7%.
Pues si nos preocupamos, primero porque este señor está poniendo en cuarentena la continuidad de la empresa con lo que está poniendo en cuarentena la economía familiar de los miembros que formamos parte de esta organización; está generando tensiones con nuestros proveedores que podíamos haber evitado, ya que nuestra situación la trasladamos a las empresas que trabajan para nosotros; autónomos, pequeñas y medianas empresas que también ven en peligro su futuro; porque este señor desmonta con su actitud, toda una previsión de pagos que la empresa tenía previsto; porque está poniendo en tela de juicio el trabajo de unos señores que desde el primer día lo único que han pretendido es hacer un trabajo y hacerlo bien; porque este señor está mermando el fondo de comercio de nuestra empresa. Nos preocupamos porque de nada nos sirve el 7%, nosotros no queremos el 7%, simplemente queremos el dinero que es nuestro y que por voluntad propia y atendiendo escrupulosamente a la leyes establecidas hemos ingresado en Hacienda, y reclamando a las mismas reglas, nos tenían que haber devuelto; insisto en Julio de 2.008, importe que nos permitiría afrontar los compromisos y la continuidad de la empresa con otras perspectivas.
Esta situación nos está costando algo más que un estado permanente de ansiedad, de desasosiego, de intranquilidad; nos está costando la posible continuidad de la empresa y como decía anteriormente a la administración, la posición del señor inspector, a día de hoy le supone un pago de intereses de aproximadamente unos 270.000€ (DOSCIENTOS SETENTA MIL EUROS); que se podía haber ahorrado si se hubiera actuado en tiempo.
Si alguno de nosotros dejará de cumplir con los compromisos con Hacienda, está al día siguiente aplicaría un recargo del 20% sobre el importe pendiente y pasado un tiempo nos amenazaría con un embargo y después procedería. ¿Qué ocurre si Hacienda no cumple con sus compromisos? A tenor de lo expuesto, no ocurre nada, simplemente paga unos intereses, del 7%, cuando quiera y como quiera, sin nada más.
Ese importe de intereses sale de las arcas públicas, que como sabemos se nutren de las contribuciones que todos hacemos; en definitiva la deficiencia en el trabajo de este empleado de la administración, a él no le supone nada, absolutamente nada, ya que su negligencia “la pagamos entre todos”.
No creo que se esté pidiendo una subvención, ni una ayuda, ni siquiera un préstamo; SOLO RECLAMAMOS AQUELLO QUE SEGÚN LEY NOS PERTENECE Y QUE HACIENDA (el señor inspector) NO QUIERE PAGAR AMPARADO POR LA “ALTURA” DE LA SILLA QUE OCUPA.
Creemos que es un tema importante para hacer saber a la opinión pública. La agonía de determinadas empresas, entre las que se encuentran las nuestras, viene ocasionada de manera directa por la propia administración, en este caso por Hacienda; y no es fruto solo de una mala planificación empresarial, de una crisis o de una bajada generalizada de la Bolsa por citar alguna excusa que pudiera ser buena
