La labor de un guardia civil en el mar

Un Guardia Civil muy indignado
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Hace ya casi una década que la llegada de pateras a la isla de Fuerteventura se contaban por tres y cuatro por noche, era una época en la que cogió de sorpresa a todo el mundo, pues ni España ni Europa estaban preparados para un evento de tal magnitud, empezó a hacerse rutinario ver en los medios de comunicación a la hoy vieja patrullera de la guardia civil, entrar en los puertos muy escorada por el peso de los inmigrantes que con mucho acierto noche tras noche rescataban, por aquel entonces no existían radares de fabricación extranjera muy avanzados, ni sistemas de vigilancias, ni salvamentos marítimo había tenido contacto aun con dichos rescates, tan solo había unas patrulleras y el pundonor de sus miembros junto con el desgaste visual de las patrullas territoriales, que servicio tras servicio se dejaban la vista con una cámara manual en la oscura inmensidad del mar.

Fueron momentos muy duros pero a su vez muy felices, pues regresar a casa tras haber salvado muchas vidas, calmaba cualquier dolor, cuando menos lo minimizaba, no alcanzo a recordar las veces que se me luxó el hombro, amén de desgarros musculares, pues para los que no lo sepan, en aquel entonces, se rescataba tirando de brazos, pues las patrulleras no estaban dotadas de zona de rescate, como hoy en día si tienen algunas patrulleras y las embarcaciones de salvamento marítimo.

Agarrabas su débil brazo y casi extenuado, y lo sacabas de las oscuras y mortales aguas todo ello con tu alma, tu fuerza y un par de H….. Que caracteriza a todo Guardia civil, todo eso lo hacían cuatro miembros de servicio, para sacar treinta y muchos inmigrantes multiplicados como he dicho por hasta 4 y 5 pateras alguna que otra noche. Toda vez que no tenías que saltar con olas de dos metros a la patera para sacar algún desfallecido o muerto. Por estas palabras entenderán lo orgulloso que me siento de ser Guardia civil y del servicio que presto a la sociedad.

Fue una época de gran reconocimiento para la unidad, aunque también recuerdo con dolor la cantidad de horas que mi nariz llevaba vip vaporus para sacar innumerables muertos del agua, de los cuales muchos de ellos se deshacían en mis brazos, niños, mujeres etc. O de la intranquilidad por saber los resultados de las muchas pruebas que me realice para saber si había contraído alguna rara enfermedad. Había veces que el olor a muerte duraba varios días en mi pituitaria.

Pero la situación actual dista mucho de aquella, si bien es cierto que a día de hoy el trafico migratorio se ha repartido a otras islas, que la afluencia es considerablemente menor debido a tener más y mejores medios, también los reproches a nuestra labor y las exigencias son mayores, Acaso la veces que nos hemos jugado la vida mas allá de nuestro deber, no merece tener una digna calidad de vida laboral y un reconocimiento, sin que existan reproches o exigencias al respecto, valga la redundancia?

Pues no es así, porque una noche con fuerte mar del norte en la que lo avanzado de cualquier sistema no sirve contra los elementos y la madre naturaleza, la mala fortuna de muchas circunstancias unidas, hacen que se escape a todo control humano el vuelco de una patera. Aunque el sistema lo detecte, es el radarista quien tiene que interpretarlo, y con mala mar del norte en la pantalla salen trescientos ecos falsos iguales por poner una cifra.

Pero claro empieza la presión mediática, la presión política, los que se aprovechan de esta situación para pedir responsabilidades y utilizar el hecho como moneda de cambio, ya nadie se acuerda de la eficiencia de la guardia civil y salvamento marítimo, un solo hecho deja en evidencia la eficacia de los que cada día patrullan las costas dispuestos a jugarse el tipo. A nadie le interesa oír que La patrullera tiene cubierta la costa de Lanzarote todas las noches, acaso no sabe la opinión pública que con mala mar es casi imposible navegar con acierto, que lo normal y habitual es que las pateras intenten alcanzar nuestras costas cuando hay buena mar.
Esa patera partió desde costas africanas con un destino fatal asegurado, da igual cuantos medios hubiesen y cuanto estuviésemos preparados, solo la casualidad y no la causalidad los hubiera salvado.

Todo esto nos lleva a poner tiritas donde existen heridas sangrantes, como es el caso actual, que para acallar las presiones políticas, se ha dispuesto de forma fija, una neumatica semirrígida de unos 10 metros, en la isla de Lanzarote, es una embarcación que no sirve para las labores de rescate pues al acercarse a una patera ambas pueden volcar debido a que la acción habitual de los inmigrantes es saltar todos a la vez, por si fuera poco, el horario de servicio finaliza cuando empieza el horario de llegada de las mismas, se ha fijado su atraque en un puerto privado sin prever un sitio donde los agentes que se desplazan todos los días desde Fuerteventura, puedan cambiarse, tanto para iniciar el servicio como si se mojan, cosa muy común, por si fuera poco es un servicio de muchas horas , si el mar está mal para salir, cosa que con poco que este hace imposible hacerlo con una embarcación neumatica , o llueva o haga frio, etc., tenemos un furgón de conducción de presos para cobijarse y desplazarse, hace una semana era un vehiculo sin la itv pasada y con la dirección en mal estado, pero si por encima ves a tu jefe como va y viene a su localidad de residencia con vehiculo oficial nuevo que solo se utiliza para ese fin, pagado por todos los españoles o por el fondo europeo para inmigración, me da igual eso tiene un nombre, pues hace mas indignante la situación. Si cuando regresas a base, el barco de Lanzarote a Fuerteventura se retrasa, no te apuntan el exceso.

Como es poca la responsabilidad y cometido de los guardias que trabajan en el mar, existen recientes ordenes de establecer controles de carreteras dentro de los recintos portuarios, cuando no es cometido de esta especialidad, no cobramos el complemento de seguridad ciudadana aunque si la realicemos en el mar, y por supuesto no llevamos juegos de señales, conos y reflectantes en el barco para realizar controles terrestres.
Y me pregunto yo si ¿esta es la recompensa a la labor realizada por el servicio marítimo de la guardia civil estos años?

La labor de la guardia civil en el mar es preventiva aun cuando actúen y se hace con mucha frecuencia, no solo son pateras, windsurfistas, veleros, rescates de otra índole, protección, persecución del contrabando, vigilancia de la legislación en materia de pesca, etc. ¿Son suficientes labores? O que hace falta para que se nos respete y valore. Solo los que la conformamos sabemos cuántas veces hemos salido a patrullar las costas, en condiciones climatológicas que nadie se atreve a realizar pues es jugarse la vida, o salir con deficiencias mecánicas en el barco, que ponen tu vida en juego aun mas.

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