Jesús Malo Sastre
Madrid
La Dirección de este gimnasio / Spa dispone de un particular derecho de admisión que incumple la “Normativa Interna de Abonados” redactada por ellos mismos. Me explico: Fui socio desde su inauguración y desde su comienzo el mantenimiento de las instalaciones ha sido muy deficiente, tanto en los aparatos de la sala fitness como en la zona de aguas. Como creo que es lógico, denuncié esta situación en primera instancia y de forma verbal a la Dirección del Centro y ante la Dirección de Zona.
Vistos los pocos resultados obtenidos en este encuentro resolví seguir reclamando, esta vez por escrito, ante el Centro y la Central en Barcelona. Las respuestas de Madrid eran escritos “tipo” que no se ajustaban a lo reclamado. En cuanto a la Central en Barcelona tengo que admitir que disponen de una educación exquisita, pues no contestaron a ninguna de ellas.
Al parecer, la Dirección del Centro de Madrid molesta con las reiteradas reclamaciones efectuadas, y ante su incapacidad por gestionar de una forma óptima el susodicho mantenimiento, optó por aplicar el refranero español: ” Muerto el perro se acabó la rabia” En efecto, el 1 de Abril recibí un burofax en el que se me expulsaba del Centro incumpliendo la Normativa anteriormente mencionada,(claúsula 9, apartado b ), en la que ellos mismos se obligan a indicar las causas de la expulsión.
En este caso, no se incluían, porque claramente no existían. Entiendo que, en este país, al no existir la cultura de la queja, se pretenda anular al que pretende ejercerla apoyándose, además, en la inexistencia de Legislación alguna que regule el funcionamiento de estos Centros.
Desde estas líneas insto a las autoridades competentes para que cumplan con su obligación y acaben de una vez con este tipo de abusos.
