La publicidad ya no es lo que era, se ha perdido creatividad, clase y medida; a los televidentes se nos trata como una masa informe
Noticia actual: El televisor.
Lo más preocupante, atavíos publicitarios con juguetes inicuos en medio de los dibujos animados que ven nuestros peques; que sugieren una pataleta mas a nuestros problemas cotidianos; después, publicidad a punta de pala e «híper» repetida.
«Compre, compre, compre»
La publicidad ya no es lo que era, se ha perdido creatividad, clase y medida. A los televidentes se nos trata como una masa informe; los criterios publicitarios se han ido al «caraxo» o, exceden la idea de la «publicidad agresiva» que se traduce en repetir seguidamente el anuncio, o clavarlo a continuación de un: «que siga nuestro invitado…»; ver la mitad del partido de fútbol (literalmente si hablamos de la pantalla física); recibir 25 minutos de anuncios, repetidamente, sopena de ver una película medio buena y recortada, son cosas por las que estamos pasando sin nuestro consentimiento.
Ahora llega la TDT, ¡fantástica! Todo digital.
Más canales, mas anuncios indiscriminados seguro; solo es ver la Sexta al paso que va; si, para niños y para adultos. Todavía no sabemos las ventajas del TDT;
¿O será que no las tiene?
¿O será que son ventajas solo para los anunciantes?
De momento tenemos la obligatoriedad de comprar un «cacharro» nuevo (decodificador), o adquirir directamente televisión nueva y aún así, masticar la rabia de no recibir la señal correctamente.
De modo que, al encontrarme con una comunidad de Internautas anti telebasura, criticones pero tele consumidores que somos, y que propugnamos por sacar del medio al programa más grotesco del chismorreo español, AQUÍ HAY TOMATE, nos preguntamos:
¿Telebasura? ¿Dónde?