Cartas al Director

Pelotas

Desde que el mundo es mundo, ha existido la figura del pelota. Si hacemos memoria desde que éramos muy pequeñitos, en el colegio, siempre veíamos a los compañeros que más se acercaban al maestro para tratar de sacarle favores a cambio de adulaciones o alabanzas. A medida que hemos crecido también ha crecido con nosotros esa rara especie de hombres y mujeres que siempre se han arrastrado para conseguir mediante el camino fácil, los objetivos que a otros  cuesta tanto lograr por derecho.

La figura del pelota existe en todos los ámbitos y trabajos de la vida. En cualquier lugar donde estemos o  sitio donde vayamos, habrá un pelota. El pelota generalmente es rastrero, es decir, se arrastra como una serpiente delante del jefe para conseguir lo que al final quiere. Aunque el verdadero pelota, lo es por vocación, es decir el pelota, pelota, no lo hace para conseguir nada, sino que es pelota porque se lo pide el cuerpo y es feliz siéndolo. A este no le importa en absoluto que los compañeros se den cuenta, le critiquen y se rían de él, pues disfruta haciéndole favores al jefe sin esperar nada a cambio, simplemente porque le gusta ser pelota.

En el mundo de la política es dónde más pelotas hay por metro cuadrado, pues el peloteo es la forma más rápida de llegar arriba sin mucho esfuerzo, solo hay que arrastrarse. A veces en este mundo vemos ascender como la espuma a personas que no las conocía nadie y de momento llegan a las cabeceras de las listas, saltándose a la torera a personas que han estado años y años sirviendo al partido y ascendiendo peldaño a peldaño. Esto tiene una explicación muy fácil. Probablemente sea pariente de algún jerifalte del partido y ante eso no hay mas que dar la cabezada todo el mundo, o bien sea un pelota, que a base de favores y adulaciones consigue en menos tiempo lo que otros llevan años y años sin lograrlo.

Todo esto viene a colación porque la Consejera de Educación, no ha tenido tiempo de calentar el sillón y ha pasado por esta consejería sin pena ni gloria y lo más curioso de todo es que el otro día vi varias felicitaciones hacia ella por lo bien que lo había hecho. La verdad es que como no sea inaugurar varios colegios e institutos que se estaban haciendo o ya estaban hechos antes de llegar ella, no ha realizado gran cosa por la educación en esta Comunidad, entre otras cosas, porque no le ha dado ni tiempo. Pues ahí me tienen ustedes a gente felicitándola por los “grandes logros” que ha conseguido en la educación en Andalucía, mientras ha permanecido en el cargo.

Cuando leo estas cosas, me acuerdo de un escritor español llamado Noel Clarasó, del siglo pasado que dijo: 

«A veces más vale callar y pasar por tonto, que abrir la boca y demostrarlo.»

 

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