Sr. Director de Periodista Digital
Como Winston Smith, protagonista de la novela 1984 de George Orwell, quiero escribir esta carta para cuando la verdad exista.
Para cuando la verdad exista. ¿Escribo esto siendo consciente del siglo en el que estamos? Sí, creo que sí. Nos quedan atrás los tiempos en los que se quemaba a gente en las hogueras o cuando la Inquisición asesinaba en el nombre de Dios. Ahora «tan sólo» se lapidan a mujeres en algún país exótico de vez en cuando, la Iglesia intenta ocultar relaciones homosexuales internas y otros escándalos, o se «revisa» (llámalo revisar, llámalo seleccionar) las noticias desde algún sitio para filtrarlas ante la sociedad;
Pero espera, ¿De qué siglo estoy hablando? Dicen que estamos en tiempos de cambio, un proceso lento y progresivo, que no progresista. Aquí, en España las cosas también están cambiando, sí, aunque no estoy seguro qué dirección están tomando, o mejor aún, si el vector que llevan estos cambios es el adecuado. Habría que pararse a pensar seriamente un poco para ver hacia dónde vamos cuando escuchas noticias como las que tenemos hoy en día: malversación de fondos públicos con condenados absueltos, jueces inhabilitados, subida de impuestos, condenas a prisión por asesinato con sentencias de risa, aumento del desempleo, imputaciones a miembros de la familia real, crisis de la construcción, crisis económica, en definitiva la crisis Europea y del capitalismo.
España en el 2012 es país de emigrantes, ya lo decía Concha Caballero en su artículo «Las ilusiones perdidas», donde cientos de miles de jóvenes y no tan jóvenes están huyendo de la situación actual del país. Nos llamaban «ninis», porque decían que ni estudiábamos ni trabajábamos; ahora nos denominan «generación perdida», una generación que ha servido como cobaya en el sistema de educación estatal con innumerables reformas y que, aún así, siendo la mejor formada y preparada de toda nuestra historia, tenemos que ir a buscar al extranjero lo que nuestros políticos no pueden ofrecernos aquí. Un sistema educativo con una gestión de las ayudas económicas cuanto menos, deficiente, ya que ¿De qué me sirve solicitar una beca, si hasta el mes de febrero o marzo no sale la resolución? ¿Cómo se supone que vive un estudiante que no tiene medios económicos, (que es por lo que solicita la beca), desde septiembre que empieza el curso académico? Señores, aquí algo no encaja, ¿no creen?
En la España del siglo XXI apreciado lector, a la gente no se le despedía de su trabajo por no saber desempeñar sus funciones en su puesto, sino que sólo tenías que justificar de entre 2 a 20 dias en dos meses por baja de enfermedad y listo, uno más que engrosaría la bolsa del desempleo.
Cayendo en tópicos: De lo que siembras, cosecharás. Creo que poco a poco los políticos de nuestro país siguen forjándose un concepto y una imagen que tardará en borrarse de nuestra memoria, ante una sociedad pasiva que no actúa en contra estas barbaridades. El «tenemos lo que nos merecemos» está agarrándose a nosotros cual gripe a la garganta de un niño o un anciano.
El sistema no funciona señores. El sistema está podrido. Nuestra intocable Carta Magna, no parece tan intocable ahora como ha quedado demostrado en la reforma exprés realizada por nuestros políticos. Reformémosla pues, pero de verdad. Sí, son éstos políticos, no tan bien preparados como nosotros, individuos como tú o como yo con ni tan siquiera una carrera terminada, o con un nivel de inglés nulo, dando igual de qué color sea su corbata, azul o roja, los que intentan poner a España a la vanguardia de las potencias mundiales, en la cresta de la ola, cuando las consecuencias que están provocando son todo lo contrario. Creo que puedo decir, que si nuestro país está a la primera o en el Top Five de las posiciones es en nivel de desempleo. Con alrededor de 5.000.000, CINCO MILLONES de parados en nuestra sociedad, un 25%, con una juventud desaprovechada, (el 50% de los jóvenes con desempleo), podría decirse que en eso sí, señores políticos, han conseguido que estemos en la primera línea.
Señores, mejor, déjenlo estar, por favor. Dejen paso a esta nueva sociedad joven, con ganas, con iniciativa, que va de la mano de una revolución tecnológica nunca antes vivida por nadie. El proceso será lento y difícil, pero parece que la semilla ya está germinando. Hay esperanza.
Esperemos que en un futuro, para cuando la verdad exista, las noticias que se exponen en este escrito, sean ejemplo de las barbaridades que el hombre arcaico del siglo XXI realizaba, para que no derivar en la utópica versión de la novela de Bradbury Fahrenheit 451.
