Estimado Sr. Rojo:
Conozco mucha gente que, muy cabreados por todos los casos de corrupción, han decidido castigar con su voto al PP y al PSOE.
El adoctrinamiento marxista cala con mucha facilidad, en los jóvenes que rebotados por sus más íntimos fracasos de su vida personal, se frotan las manos, esperando ver cumplida sus ansias de venganza, aunque no saben muy bien de qué y de quien se vengan, votando a PODEMOS.
El resto, gente de bien, en su ignorancia, quieren votar a ese nuevo partido o bien a partidos de pequeña representación parlamentaria como, UPYD, CIUDADANOS, VOX, etc., tratando con ello acabar con el bipartidismo.
Es, a estos últimos a los que me dirijo, el panorama político con la aparición de PODEMOS, ha cambiado radicalmente, el MARXISMO más estalinista se ha disfrazado con piel de cordero. Con la dispersión del voto un gobierno PODEMOS, IU y PSOE, está asegurado y esta vez llega para quedarse.
La dictadura de proletariado no es temporal, es para siempre. Con su llegada al poder ESPAÑA pasará a ser el país más ATEO del mundo como lo fue ALBANIA.
Las persecuciones y fusilamientos de los considerados contrarrevolucionarios no tardarían en verse. Animo y a por todas.
La corrupción es consustancial al hombre, el Poder corrompe y ha corrompido siempre, grandes hombres de la historia fueron corruptos desde Grecia a la actualidad.
La gran diferencia entre la Dictadura y la Democracia, es que en esta última, no se asegura nada contra la corrupción pero si asegura el conocimiento general, antes o de después, de un gran número de casos que supone la caída del político corrupto en las urnas.
En la Dictadura la corrupción está asegurada pero la censura se preocupa de silenciarla, y de la permanencia del corrupto en el Poder.
Es triste, pero vamos de cabeza hacia la Dictadura de PODEMOS para las próximas décadas de forma inconsciente y visceral. Ya lo pagaremos todos menos Iglesias. Adiós URNAS.
Nuestro venerado Padrecito, Staliglesias, pretenden penetrar como lobo con piel de cordero hasta lo más profundo del Estado, y sin vaselina. Como Hitler en su momento, y gracias a los descontentos y a su voto en las urnas, parece tener muy cerca el logro de su objetivo.
Como en otras ocasiones históricas, sus primeros pasos serán dubitativos, para evitar reacciones desestabilizántes interiores y exteriores, pero muy pronto, asegurado el Poder en sus manos, se quitará la careta y se destapará como el gran Dictador que es.
Llegado ese momento, se iniciará lo que los marxista llaman «periodo revolucionario» con purgas que hagan que los ríos bajen teñidos de sangre, quema de iglesias y conventos, checas en las ciudades, planes quinquenales, y por fin culto a su persona.
El futuro no puede ser más negro, de esta no se salva ni Pol Pot.