Sr. Director:
Llevo un tiempo relatando los múltiples disparates que se le ocurren a la alcaldesa de Madrid –y que sufrimos los ciudadanos gracias a Antonio M. Carmona (PSOE)- afortunadamente rectificados o anulados la mayoría de ellos en poco tiempo. Desde coger colillas del suelo los niños, limpiar las calles los estudiantes, fregar los colegios las madres, gestionar el aire de Madrid, reducir la velocidad de los coches en la ciudad a 30 Km/h, mantener a concejales declarados presuntos delincuentes, como Guillermo Zapata, la nudista persigue católicos, Rita Maestre (contra la que ya se ha iniciado el juicio) y la incomparable Celia Mayer, el cambio de nombre a ciertas calles, que nadie ha pedido y que nos causa un grave trastorno a los ciudadanos, la retirada de monumentos y placas sin una razón que lo justifique, etc.
Pero esta inútil mujer, sigue aportando materias sobre las que escribir, si no ella, sus colaboradores. El concejal de seguridad Javier Barbero, curtido okupa del Patio Maravillas, participaba en los escraches contra políticos antes de ocupar ese cargo; Manuela Carmena afirmaba dos meses antes de ser alcaldesa, que las protestas son un regalo de la ciudadanía. Ahora este señor ha sufrido un escrache de sus propios policías, recibe de su propia medicina, y su reacción muy airada contra ellos, pensando incluso denunciarles.
En un programa de su cadena de TV, en el año 2013, Carmena afirmaba que en la cárcel solamente debían estar los policías que matan a alguien y los terroristas que, con una bomba, matan a 10 o 15 personas. Los demás (traficantes, corruptos, ladrones, pederastas, asesinos, etc.) tienen que estar en libertad.
No podemos dejar de señalar los hechos de la okupa Celia Máyer, “disfrazada de marioneta maligna” como decía Ángel Alonso en el Diario de Burgos, a la sazón y por obra y gracia de Antonio M. Carmona (PSOE), concejala de Cultura, una de las personas más sectarias del Ayuntamiento, con sus marionetas para niños en carnaval, en las que se asesinaban personas, se violaban monjas, se enaltecía a ETA, etc. y que no hay quien la separe de su cargo ni con lejía.
