Una de las funciones básicas de un Estado es garantizar la soberanía de un país, ante sus enemigos y adversarios externos e internos y las nuevas formas de delincuencia y terrorismo. Para ello la política de defensa y seguridad es básica. Además la Defensa puede y debe apoyar la tecnología e industria española al ser un importante comprador y promotor.
La situación actual de España deja mucho que desear: tenemos un ejército con 146 000 de los cuales 47000 son oficiales y personal de oficinas, 20200 funcionarios civiles que no empuñaran más que un boligrafo, y un «limite» de 79 000 de personal de «Tropa», estrechamente controlado para cubrir las necesidades mínimas y no disparar el gasto según reza en los pptos 2016.
A mayor abundamiento, nuestro Presupuesto de 2016 es de 5 734 millones , un 1,2% del Pib cuando en 2008 era 8494 millones. Si compramos estas cifras con nuestros vecinos estamos por debajo de todos, los portugueses, con crisis incluida, están el 1,8%, los franceses en el 2.2% , los marroquíes en 3,7% y los argelinos en el 5,6% y por poner un último ejemplo USA, referente mundial e la materia, el 3,5%.
Con estos mimbres, nuestras FFAA se están convirtiendo en una ONG, de lujo pero ONG, con una limitada fuerza operativa, y confiando en que nuestras alianzas (Nato, Usa, EU) nos sacaran de cualquier atrolladero y esto no es casualidad, es una política deliberada de años en orden a debilitar nuestro Ejercito, pues no estaba entre las prioridades políticas de nuestros gobernantes.
Por poner un ejemplo 79 000 soldados, en tierra y marina no llegan a suponer ni 8 divisiones (Solo Alemania movilizo 150 en Rusia en la II Guerra Mundial), que a nivel mundial no se considera ni un ejército, y con esto no tenemos prácticamente ni capacidad de defendernos , ni que se nos respete ante cualquier eventual conflicto.
Antonio de la Hoz
Salamanca
50288691L