Hace tan solo unos días, unas compañeras y amigas de mi antiguo centro escolar; poniéndome al corriente de los nuevos sucesos que habían ocurrido en el instituto en los últimos meses, me dieron a conocer una terrible noticia acerca de la perturbadora situación que estaba viviendo una chica de tan solo catorce años debido al acoso escolar.
El acontecimiento que ha vivido esta muchacha me ha impactado bastante; ya que dentro de que yo haya sufrido acoso escolar durante muchos más años, afortunadamente no he sufrido daño físico alguno y tampoco lo he padecido con la misma «intensidad» que ella, ya que la crueldad de los niños no llegó tan lejos.
Tras haber sufrido todo tipo de hostigamiento por parte de sus compañeros y a pesar de haber cambiado de centro escolar; la gravedad y el dolor debido a este problema es tal, que la joven padece asiduamente brotes de ansiedad y fobia social, llegando incluso a arrancarse mechones de pelo a causa de los trastornos ocasionados. Actualmente permanece bajo tratamiento psicológico.
Increíblemente, los docentes conocedores de la situación que esta alumna estaba viviendo; al igual que en la mayoría de los incidentes de acoso escolar, expusieron a sus padres con total tranquilidad y sin tapujos que no debían preocuparse de nada ya que tan solo se trataba de un juego de niños. Para mí, no es un juego de niños que una niña de ocho años reciba una brutal paliza por parte de doce chicos de su escuela, o mismamente que un niño de once años se quite la vida debido a que no aguantaba más que sus compañeros de clase le humillaran y le machacaran todos los días.
Me resulta vergonzoso, que los docentes que son como nuestros segundos padres fuera de casa, se muestren pasivos ante situaciones como esta, ya sea para no meterse en líos o para no darle mala fama al centro escolar. A mi parecer, si estos en vez de quedarse pasmados como estatuas pusieran un poco más de su parte para cortar de raíz este problema desde el mismo momento en que ocurre, los alumnos no nos veríamos obligados a denunciar y ninguna de estas desgracias ocurrirían.
¿Cuántas desgracias más se van a producir debido al acoso escolar?; ¿cuántos jóvenes van a tener que morir a causa de esto?; ¿hasta dónde va a llegar la crueldad de los niños?; ¿hasta dónde va a llegar del acoso escolar?
