CADA MOCHUELO A SU OLIVA

El Ejido

El Ejido
Política, politico, sindicalismo y sindicalista. PD

De la Política tengo que echar pestes,
Porque dentro de ella las buenas personas
Pasan de ser seres casi celestes
*
A sátrapas de prebendas y poltronas;
Tal que ella misma: de ciencia y arte
De gente ilustre a oficio de fregonas,
*
Con mis respetos a quienes forman parte
De este gremio … No dando a este carrete
Más hilo: de látigo a estandarte
*
De la corrupción, lo entiende el más zoquete;
Sabedores los Partidos que esta lacra,
De irse a la mierda les pone en un brete,
*
Y que su imagen tanto la demacra,
Ya en el Concierto de las Elecciones,
Salvo del Ábalos la música sacra,
*
Quienes llevan la batuta y los guiones
Dictan de sus programas son las mujeres…
Ellos llora que llora por los rincones;
*
Tienen todas ellas entre sus placeres,
El darle a la sin hueso el detalle
De en glamour convertir sus misereres,
*
Y como haber no hay nadie que las calle,
A quienes dudan a quien dar el voto,
Con su dulce mirar se los llevan de calle;
*
En este punto, a quien se le ha roto
El magín es al Sánchez, que no ha sabido,
Al formar su Gobierno, vender la moto,
*
Transformando su Pradera en un ejido,
Donde sólo hay hojas mustias y secas,
Y de ellas su único cometido
Es ver el modo… ¡de curar sus jaquecas!.

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Autor

Salvador Monzó Romero

Salvador Monzó Romero cuenta la feria según le ha ido y según le va, siempre ante la pantalla de la Televisión, reivindicando desde su sillón-bol, un tanto escorado a la derecha, su derecho a la crítica mordaz y ácida, pero con carácter moralizante.

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