Aun no siendo muy hábil, si uno pulsa
El denso ambiente que hay en la cocina
De la Política, no a salsa insulsa
Le sabe, como tampoco a cecina
En adobo … La tiene tan convulsa
La pulsación, que si se acoquina
Y con nuevos arrestos no expulsa
Los pésimos presagios de la mente
Y enérgicamente los repulsa,
Es porque ya se encuentra inconsciente
Y su salud ya da para poco …
Si de los manjares que hay en la fuente
Del Poder, su agrio sabor tampoco
Lo nota ya y, terco como un mulo,
El formar Gobierno le come el coco,
Mejor se monta en un cachirulo
Y se larga ya con el Zapatero
A Venezuela a hacerse el chulo,
Lo que tiene en el hablar casero
Un sabor más bien un tanto amargo,
Como el del jumento más grosero
Que hemos soportado en el cargo
De Presidente, y aún más siniestro
Cada vez que sale de su letargo;
Si no le cierra la escuela al maestro
Honoris causa de la felonía,
Mejor que recemos un Padrenuestro,
Si lo del Sánchez … ¡no es una manía!.