Tiene la Delgado el seso
Como su primer apellido;
Pero siempre ha tenido
Y tiene un tesón muy grueso,
Porqué ella siempre ha sido
Lo que todavía es
La causa de tanto estrés:
Sin quitarle una coma,
Su roernos de carcoma
De la cabeza a los pies;
Que haya llegado a Ministra,
De Justicia con la cuota,
Si lo suyo es la picota,
-Pruebas de ello hay larga ristra-,
De mear y no echa gota
El asunto tiene trazas:
Hecho a no perder bazas,
Conocido es el galán
Que la guarda, … y el refrán:
¡No quieres caldo, dos tazas!;
Lo de dar una de cal
Ahora, y tantas de arena
Antes, larga es la cadena;
Conocido su percal,
No le quitará la pena,
La de haber dado de largo,
Cuando ostentaba el cargo
De Fiscala, los malditos
Arrumacos, tan delitos
Ayer como hoy en letargo;
Aun que le encienda una vela
A santa Rita, que vela
Por quienes le piden tela
Para a otro mar poner vela,
Por si ahora no cuela
Lo cocido en su cazuela
De Ministra, ni le muela
Lo de Fiscal, hoy en vela,
No dude que su estela,
Aun quedando mucha suela
Que gastar, … ¡tendrá su esquela!.