Las Ministras, dos o tres,
Ahora que están en funciones,
¡A currar!, … con dos cojones;
Los Ministros al revés,
Porque están de vacaciones;
Las demás, que son bastantes
Más, pero igual vacantes,
A seguir con su absentismo,
Que es cabalmente lo mismo
Que siempre han hecho antes;
Lo del barco en Lampedusa,
Con sus migrantes a bordo,
Si todo dios se hace el sordo,
Y quien no calla, acusa,
Es un problema muy gordo,
Que ha sacado de quicio,
Por no saber bien su oficio,
A las Ministras en uso,
De seso sólo profuso
En su gran vida de vicio,
Que no es, sin duda alguna,
Estar ahora en el tajo,
Que eso de ¡agua y ajo!,
Le asquea desde la cuna;
¡Que se vaya al carajo!:
Si no cerezas del Jerte,
Ha sido un placer muy fuerte,
Pues en esta ocasión,
De verse en Televisión
Han tenido ya la suerte,
Y esta vez, ¡qué emoción!,
Dando una solución,
Cada cual con su sanción,
Que pone fin al dramón
De … ¡Esta es la cuestión!.