Recordarles al Sánchez y a la Celaá,
El Diez de Junio, ¡leche!, qué mal les va;
Es un recuerdo en el que todavía
Se les eriza el vello … ¡Santa María,
Ora pro nobis!, y, si no, que sea Alá;
A la Virgen o al Moro piden amparo,
Aunque la devoción no es el faro
Que ilumine al Tribunal Supremo,
Para que sentencie en último extremo,
Que a Franco puedan mandarlo al Paro;
Fue el Diez de Junio la fecha del despido,
Pero Franco sigue en el tajo, metido
En el Valle de los Caídos … Mala leche
Que tiene, pues de allí no hay quien lo eche …
Es lo que acarrea sembrar en ejido;
Si el Sánchez y la Celaá tuvieran eso,
Que casi todo el mundo tiene: ¡seso!,
Seguro que a estas alturas del año,
Además de con estropajo un buen baño
De aseo, no se las darían con queso;
No es más que la triste y amarga herencia
Que dejó el Zapatero a su descendencia;
Lo más vil y obsceno, dicho sin retórica,
A la Ley de la Memoria Histórica
Es a lo que el Dandi y la Miss tienen querencia,
Porque, herederos del tercio de mejora,
Si no logran sacarlo de allí ahora,
Acabarán como … ¡el Rosario de la Aurora!.