Ya lo hice: el Congreso
Ya lo comparé, tiempo ha, con una escuela
Y un pesebre, donde eso,
Que se llaman, por su peso
Político, ¡Diputados!, se dan suela
A placer para ganarse la habichuela;
Algo por lo menos se hace:
El “y tú más” lo convierten en el foro
En el “requiescat in pace”,
Que a acémila que no pace
Le cuelgan al instante, … como el oro
Le quitan a quienes no están al loro;
Pero el estéril Senado
Sólo puede compararse a un ejido,
Donde nada hace el ganado,
Pues hierba que haya brotado,
El Congreso, segándola acto seguido,
La verdad es que … lo tiene aburrido;
No hay ley que el Senado
Le haya devuelto, sin que el Congreso
De nuevo la haya aprobado,
Según lo reglamentado,
Quitándose de la boca este hueso
Y dándoselas al Senado con queso;
Sea cual sea la encuesta,
Que no sirve para nada, es cosa cierta:
Que el Senado vaya cuesta
Arriba siempre, nos cuesta
Una pasta gansa, sin darle puerta,
O, cuando no, dejándolo en vía muerta;
Lo de hacer senador o senadora
A quien en otra parte nadie le dora
La píldora, … ¡mal si no le llega su hora!.