Tan bello se ve a sí mismo,
Que en leche de burra se baña,
Pues, para gobernar España,
Blanco ha de estar como un bautismo;
Y con mentir todo lo apaña,
Porque por dentro está tan sucio,
Desde los pies al occipucio,
-Como no tiene alma el bicho,
Metafóricamente dicho-,
Cual, tras estercolar, el rucio;
Que un tipo tan amanerado
Sea Presidente del Gobierno,
Poniéndose uno muy tierno,
Modosito y educado,
¡Coño!, que se vaya al cuerno,
Visto de frente o de lado,
Es lo que nos sale del pecho;
Al edificio poner techo
Del Gobierno que esperamos,
Con este arriero,… ¡mal vamos!,
Pues es material de deshecho;
Son sus caminos conocidos,
Si a primera vista floridos,
Mejor mirados, obstruidos;
Si hemos de andarlos ateridos
De frío en charcas metidos
Más tiempo, … ¡estamos perdidos!.