Albert Rivera ha perdido y ha dimitido.
Es lo suyo. Le honra. O sea: es de Derechas.
Proporcionalmente el tal Sánchez ha perdido
Más y no ha dimitido. Las cosas mal hechas,
Como el rey Midas las convierte en oro la Izquierda.
Son éstas y no otras sus únicas cosechas.
Otro a quien se la ha aflojado la cuerda
Del Poder, el tal Iglesias, no ha dicho ni mu.
Charlatán de feria, de su abuelo se acuerda,
Como el Zapatero, y jura por Belcebú,
Que prestarle al Sánchez espartos para un Gobierno
De Coalición, ¡faltaría más!, para él es tabú.
Con sabia hipocresía se hace el tierno,
Y aunque simula, – esto no es ningún misterio-,
Por más que por lo que pretende lo mande al cuerno,
A lo que aspira es a más de un Ministerio.
Al grano: con las nuevas elecciones quería
El Sánchez se más fuerte y son el cementerio
Donde acabará, si no falla esta alegoría,
Dando con sus huesos … ¡Y adiós a la Política!.
Cuando la Historia hable de su travesía
Por sus altas cumbres, tan corta como raquítica,
Dirá que enfermó pronto y el resto de su vida
Se lo pasó, ¡coño!, curándose en la Clínica
De los Desahuciados del Poder, con la subida
Del alquiler de la Moncloa … ¡Triste despedida!.